Un anuncio sobre el incremento de un 30 por ciento en el cobro de peajes en las carreteras del país, provocó una reacción inmediata de los transportistas que expresaron a través de sus dirigentes un rechazo contundente a la intención de aumentar el costo del peaje, señalando que mientras no se muestre trabajo objetivo en el mantenimiento de las carreteras no pagarán ningún aumento y en su caso suspenderán esa tributación.
Las quejas de los transportistas son constantes debido al mal estado de la mayoría de carreteras “llenas de baches”, sin adecuada señalización y en las que se encuentran en fase de construcción una cantidad de desvíos que son un peligro para los transportistas además de una molestia por el tiempo que se demora en cubrir esos tramos mal habilitados.
Se menciona que no han prosperado los planteamientos del transporte para que se realicen reuniones con personeros de la Administración Boliviana de Carreteras (ABC), de modo que los reclamos de transportistas no están siendo debidamente atendidos, este hecho puede comprobarse en las rutas de alto tráfico vehicular donde el estado de las vías de circulación muestran grave deterioro que no es reparado oportunamente.
De las carreteras asfaltadas con problemas, en las que tampoco se reemplaza señalización destruida o se incrementan los puntos de advertencia y prevención para conductores, lo que sucede en los caminos de tierra es un problema de mayor complejidad, pues la ausencia de cuadrillas de mantenimiento es patética, ni siquiera para trabajar en tramos alternos para garantizar el viaje de toda suerte de movilidades desde grandes camiones, ómnibuses y vehículos livianos que confrontan serias dificultades para vencer largos tramos sin asistencia del servicio de caminos.
El mal estado de carreteras, el descuido en el mantenimiento de las franjas de rodaje, la colocación de señales de precaución ante la necesidad de efectuar desvíos, las deficientes condiciones de tramos alternos y el poco interés de las autoridades para dialogar con los transportistas, son parte de las demandas del importante sector que diariamente plantea reclamos para cumplir su trabajo con seguridad y comodidad, si de transportar pasajeros se trata o de garantizar la entrega de mercadería variada en buenas condiciones.
En el caso de la doble vía que se construye para unir Oruro y La Paz, se mencionó la posibilidad de que la misma pueda ser concluida y entregada al servicio público en el mes de septiembre próximo, sin embargo observando el trabajo diario, los transportistas dudan que se cumpla ese compromiso por lo que solicitan una mayor dedicación por parte de las empresas encargadas en tres tramos para que mejoren su trabajo, especialmente el de mantenimiento de rutas alternas, la señalización adecuada y oportuna, además de disponer un control especial para prevenir y evitar más accidentes, que lamentablemente se han incrementado en el último tiempo con un saldo trágico de muchas víctimas.
Bajo esas circunstancias es que el sector del transporte departamental, nacional e internacional ha resuelto rechazar cualquier intención de aumentar el costo del peaje que se paga actualmente y que por lo visto no es utilizado convenientemente para el mantenimiento de las rutas por las que el transporte en general debe desplazarse con absoluta seguridad.
El “peaje” es un impuesto obligatorio que pagan centenares de transportistas diariamente en los retenes recaudadores y cuyo destino debe servir para cubrir los gastos de un permanente mantenimiento de todas las vías de comunicación terrestres del país, quizá adecuando su utilización allí donde se genera su recaudación.
Fuente: LA PATRIA
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