Lunes 07 de julio de 2014
ver hoy
En Bolivia, como en otros países, lo primero que se ve, la violencia social, conflictos sociales, huelgas, enfrentamientos, insultos, difamación, echando lodo a los caídos, adjetivos provocativos, persecución, heridos, muertos, recién viene el diálogo, el arreglo, la solución del problema, nos falta trabajar en educación sobre el diálogo, sobre la conversación para una convivencia pacífica, sino dialogamos nos estamos dañando entre nosotros.
A los bolivianos, bolivianas, nos falta desarrollar valores humanos, a falta de esta tenemos torpezas en la comunicación, de conversar con nuestros semejantes, ya sea en la administración pública o privada.
Todas las personas que se consideran autoridades en función de gobierno, se observa la altivez, la soberbia, el verticalismo, malos tratos a los ciudadanos. Nos gusta atropellar a la gente, provocar violencia, en vez de fomentar el diálogo para solucionar los problemas.
La gente humilde se acerca a una oficina pública, para solicitar una atención de carácter personal, recibe de parte de la funcionaria un trato negativo, peor cuando va en su condición de mujer de pollera y que sólo habla una lengua originaria, ya sea aymara, quechua, uru, el funcionario le habla en castellano, no entiende lo que le habla la señora o el señor, siendo una necesidad de conocer una lengua originaria para comunicarnos, lo contrario significa violencia.
