Jueves 03 de julio de 2014
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¡Aaaaaaaa-chús! ¡Aaachú! ¡Atchú! ¡Atchis! Son las formas más comunes de onomatopeyas del estornudo. La primera sílaba corresponde a la aspiración del aire y la segunda sílaba a la repentina expulsión por la boca y la nariz. Y como se sabe, estas formas de “expresión corporal” o de “semiología médica sintomática”se presentan, en periodos de enfermedad respiratoria aguda, gripes estacionarias, alergias o irritaciones en la mucosa nasal.
Un estornudo es una acción refleja convulsiva y explosiva de expulsión del aire desde los pulmones a través de las vías respiratoria hasta los órganos terminales de la nariz y la boca, que es por donde se diseminan cientos de miles de microgotitas de saliva o flujo nasal que contaminan el ambiente. Al momento de estornudar, lo que hace el cuerpo es inhalar una cantidad considerable de aire (aire frío que irrita la mucosa nasal) y por la presión ejercita desde el estómago a los pulmones, el efecto de nivelación del aire hace que se produzca este sonido de características particulares y de identidad personal.
