Sajama un lugar de melancolía, tristeza, esperanza y progreso
02 jul 2014
Fuente: LA PATRIA
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La provincia Sajama situada al Occidente de la ciudad de Oruro, a 300 kilómetros aproximadamente, se ha convertido en un lugar de melancolía y tristeza pero también de esperanza y progreso por las riquezas naturales que posee.
LA PATRIA estuvo el fin de semana en aquel lugar y observó quizá la otra cara no solo del majestuoso nevado que tiene una altitud de 6.542 metros, sino también de su gente y de sus paisajes.
Ni bien se arribó al lado Norte del nevado, apareció un pastor de camélidos de nombre Cosme Quispe, cuyo ganado estaba a casi 100 metros del lugar de encuentro. Tez morena, lucía un ch’ulo (gorro) tejido con lana de llama, llevaba puesto una chamarra y encima de su hombro colgaba una soga que hizo hace mucho con sus propias manos en base a la fibra de su ganado.
Saludó atento y dio la bienvenida, al lado suyo estaba su mascota que graciosamente tenía dos nombres “policial” y “cochabambina”, era perra criolla, que por azares del destino sobrevivió al atropello de un camión en la carretera y que a la fecha se convirtió en la compañera fiel del pastor, muy cariñosa y nada arisca a los visitantes.
Don Cosme de 68 años se unió a la comitiva para recorrer algunos lugares del Sajama, considerados hace mucho como centros astronómicos de culturas antiguas.
Durante la caminata, contó que antes la gente era bien unida y recordó cómo se realizaban las fiestas en determinadas épocas del año, principalmente en el lugar en el que nos encontrábamos, un sitio peculiar, cuya característica eran los cercos de piedra.
Dijo que su actividad es la ganadera, pero que veía con tristeza y melancolía, como la gente del lugar empezó a olvidarse de la tierra que le dio la vida.
“Nosotros vivimos con el ganado camélido, nos levantamos temprano para sacar al ganado del corral. Salimos con la salida del sol y nos recogemos con la entrada del sol, ese es nuestro trabajo, nuestra actividad es completamente ganadera”, afirmó.
Al margen de la actividad ganadera, ellos aprovechan para darle un valor agregado a su materia prima, que en este caso es la llama, para ello, utilizan el cuero, la lana y por su puesto la carne, que la comercializan en Curahuara de Carangas.
Indicó que alguna vez reciben la ayuda de las autoridades que hacen proyectos en beneficio de las comunidades de la provincia Sajama.
Con tristeza dijo que todos los jóvenes se van, “no hay jóvenes, a veces vienen en forma temporal; mis hijos mismo no vienen, uno está en la Argentina y otro en Chile. Yo por mi cuenta cuido a mi ganado y cuando puedo voy a verlos”, e indicó que las bajas temperaturas son intensas, sin embargo, ya están acostumbrados, así como soportar las lluvias que por lo general se inician en diciembre.
Tiene la esperanza de que algún día Sajama sea un polo de desarrollo y aprovechar de la riqueza natural que tiene, para crear fábricas sin chimeneas, como es el turismo, asimismo, fortalecer la ganadería, bastión principal de la economía de la provincia Sajama.
Fuente: LA PATRIA
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