Sábado 28 de junio de 2014

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La entrega de una docena de motos de la capitalista marca Harley Davidson a los mismos policías que comían en un rincón, dormían en una cancha y tiraban botellas de plástico en la ruta del G77 resume el modelo masista de desarrollo: derroche en asuntos suntuarios y descuido en la dignidad del ser humano, del trabajador.
El uruguayo José Mujica puso el dedo en la llaga al referirse a la cultura del despilfarro que trasciende a los burgueses y es repetido por representantes de los países emergentes. No lo dijo explícitamente pero era fácil relacionar sus palabras con el costoso guardarropa y joyero de Cristina Fernández mientras Argentina enfrenta una nueva crisis económica. El círculo chavista, encabezado por las hijas del difunto Hugo, disfruta gratis en las mansiones de Caracas mientras miles de amas de casa no logran llenar la canasta familiar.
Con mi colega contemplábamos azorados y casi avergonzados el espectáculo de los policías bolivianos estrenando sus inmensos juguetes de dos ruedas. No todos podían manejar la motocicleta y ensayaban subir y bajar veredas en las calles de la Feria de Santa Cruz de la Sierra. Lucían cascos oscuros con el emblema de la mítica marca.