Sábado 28 de junio de 2014

ver hoy








































































Descansa en la paz del señor, mamita.
Hoy trato de enlazar las palabras
que con lágrimas salen de mi alma,
palabras que en este momento
no quisiera decir,
palabras que acompañan este tristeza
por una ausencia que no esperábamos.
Hoy la nostalgia nos visita
trayendo a la memoria
recuerdos de una mujer maravillosa,
llena de fuerza, llena de vitalidad.
Hoy parece que las palabras
también se despiden de mí.
Tengo tanto que decir
por tu ausencia que enmudece mi voz,
cautiva mi pensamiento
y sencillamente no puedo.
Abuela, abuelita, esto te quiero decir
y sé que me escuchas
porque no te has ido y nunca te irás
ya que estás en cada latido,
en cada lágrima, en cada suspiro.
Ahora mismo estás, estás viva,
pues tu esencia sigue,
tu recuerdo, tu ejemplo, tu valor,
tu esfuerzo, han quedado
plasmados en nuestra memoria
y escritas en letras doradas en el corazón.
Abuela amada, tus palabras
vivirán en mi alma,
las recordaré cada mañana.
Ahora mismo la tristeza
me quita la calma,