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Sábado 28 de junio de 2014

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Revista Tu Espacio

Conociendo la Casa de Simón I. Patiño

Reliquias de la época hacen rica la cocina del Barón del Estaño

28 jun 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana – Exclusivo para Tu Espacio - Periodista

Quizá uno de los sitios no muy conocidos por la ciudadanía es la cocina de Simón I. Patiño, que está en la Casa de la Cultura de la Universidad Técnica de Oruro (UTO). Esta habitación estuvo cerrada por mucho tiempo y ahora habilitada para que el público pueda conocerla en todo su esplendor.

Posee objetos modernos para su época, además que se observan algunos electrodomésticos que ahora son utilizados por todos los ciudadanos. No más palabras y más conocimiento al respecto, como siempre nuestro guía, Ángel Arancibia, será quien nos explique en detalle cada uno de esos elementos.

Al solo abrir la puerta, se observan las cocinas que fueron importadas directamente para doña Albina (esposa del Barón del Estaño), fabricadas en plancha y forradas con azulejos. Tienen un horno principal y los ojos de la cocina a medida de las ollas. Dos son las cocinas que se distinguen, una grande y una mediana, ambas funcionaban a leña o yareta, que en esa época era el combustible que se utilizaba.

Asimismo, en esa habitación existen dos pequeñas cocinas que funcionaban a kerosene. Asimismo, una hornilla que fue importada de Hamburgo Alemania por la comercializadora Hansa.

Uno de los electrodomésticos que sobresale en la cocina, es el primer refrigerador manual que apareció por 1900. Fue fabricado en madera, zinc y plomo para conservar los alimentos frescos en época de calor. Es manual porque en uno de los compartimentos se colocaba hielo para la conservación de los alimentos.

Se observa al otro extremo un batán de piedra comanche con su respectiva uña, al lado un caballete para colocar los repasadores. En el costado Sudeste está un lavaplatos con desengrasador hecho de fierro enlosado. Más hacia el Oeste está un carnicero con ganchos y una red que servía para proteger de las moscas.

Los utensilios de cocina son una reliquia del lugar, como un gran uslero, una picadora de verduras en forma de media luna, una moledora de café en bronce, una exprimidora de jugos, filtros de agua para purificar el agua traídos de Francia, fruteros de porcelana y alcuceros.

Hacia el sector Oeste de la cocina está un mueble con vajilla consistente en tazas, tacitas, soperas, platos hechos en porcelana francesa. Asimismo portacuchillos de fabricación alemana.

Existen en las paredes dos adornos en forma de un pato y una gallina, bañados en bronce. Hacia la puerta está un depósito de agua para conservarla.

El piso de la cocina tiene estilo francés y en el techo dos extractoras, asimismo plafones hechos de hojalata.

Con solo ver todos esos objetos, uno se imagina la pasión que habrá existido en esa cocina para preparar los alimentos a diario. Por lo menos se quedó la evidencia de aquel gran legado.

Fuente: LA PATRIA
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