Domingo 21 de febrero de 2010
ver hoy
Se dice, se comenta, es voz permanente, siempre lo ha sido, que nuestro futuro está vinculado a una economía basada en la sensatez. Sólo hay un bien: el conocimiento. Sólo hay un mal: la ignorancia. Es palabra de Sócrates. Como también es presente nuestra historia, que ahí está, por más que nos neguemos a beber sus lecciones, ofreciéndonos abecedarios para el discernimiento. Con el saber se puede uno ganar mejor la vida, si en verdad, bajo ese penetrar en el universo de las luces, nos hacemos responsables. No descubrimos nada nuevo, cualquier tiempo pasado nos lo desvela. Con la sabiduría tenemos la mejor ayuda para vivir. Tampoco revelamos novedad alguna. El mundo de las ideas continuamente ha sido un pasaporte de conquistas y triunfos. Lo que ahora viene sucediendo, aunque se nos venda que vivimos en la era del conocimiento, que unas veces movidos por la imprudencia del poder por el poder, otras por la irreflexión del cerebro estrecho, o por la misma soberbia del desconocimiento, resulta que se nos ha caído encima la mediocridad, con su legión de hombres serviles.