Vivimos un año electoral y todavía hay tiempo para consensuar un acuerdo que permita ver candidaturas atrayentes por las cuales el ciudadano se anime a dar su voto.
Empecinarse en llegar solo a la Presidencia de la República es un serio riesgo que se corre, porque, de cualquier manera, saldrá favorecido el postulante oficialista, al tener en sus manos la conducción de los órganos del Estado para seguir gobernando hasta afianzar el proceso totalitario que no es otra cosa que llevarnos a los bolivianos por el despeñadero del comunismo internacional.
Frente a esa realidad, no es bueno creerse candidato insustituible, porque el Poder es como una nube: si quedas mirándole lo suficiente, se evapora. Por eso, cuanto no hubiéramos querido la existencia de una sola candidatura opositora, lo cual es imposible al primar situaciones de carácter personal.
Al presente, existen 3 personas que aspiran la Presidencia para administrar los destinos de Bolivia en los próximos 5 años. Evo Morales Ayma, Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga están ya en la palestra electoral.
El primero, actual Presidente, dice tener el triunfo asegurado al haber logrado “domesticar” a las máximas organizaciones laborales, cuyos dirigentes echaron por tierra los principios de independencia sindical, convirtiéndose ahora en serviles del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Los otros 2 candidatos, parecen tener una misma voz contestaría, sobresaliendo Samuel Doria Medina, al encabezar la Concertación Unidad Democrática, mientras que el ex presidente Quiroga, ira por un partido democrático cristiano.
A este trío, se acerca Juan Del Granado, de quien, la población, esperaba que también fuera parte de un sólido frente opositor.
Ello no ocurrió, porque el citado jefe del Movimiento Sin Miedo (MSM), tuvo un entronque con el MAS en las primeras de cambio, lo cual debilita su accionar presente.
Esa es una circunstancia que pesa mucho en el momento de conformar candidaturas de oposición, lo cual hace que Juan Del Granado esté solitario en su afán de ser primer mandatario.
Faltan pocos meses para las elecciones generales, siendo imperioso que la clase política, incluida la señora Rebeca Delgado, reflexionen a fin de nuestra amada Bolivia no continúe en medio del torbellino socialista que ha conculcado los derechos humanos, la libertad de expresión, al extremo de pretender extinguir la vida de la mayoría ciudadana.
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