Lunes 23 de junio de 2014
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Editorial y opiniones
Beneficios desorbitados en medicamentos esenciales
23 jun 2014
Por: Ignacio Escolar
Cada día, cerca de mil personas en el mundo mueren de hepatitis C. Hay 350.000 víctimas anuales, 185 millones de personas infectadas y hay también un remedio casi mágico para esta enfermedad: una medicina tan eficaz como prohibitiva. Tiene una efectividad superior al 90%, pero menos del 3% de los enfermos se la pueden pagar.
La píldora milagrosa se llama Sovaldi. Su precio es de mil dólares por cada pastilla con 400 miligramos de una molécula recientemente sintetizada, llamada sofosbuvir. Dependiendo del tipo de virus, el tratamiento completo sale por 84.000 o 168.000 dólares. Solo en España, hay 900.000 afectados y 10.000 muertos al año. Aquí cuesta entre 50.000 y 100.000 euros, pero el Sovaldi no está cubierto por la Seguridad Social.
Gran parte de estos cientos de miles de enfermos de hepatitis C en España de los que ahora el Estado no se hace cargo fueron infectados en los hospitales públicos. Este virus no se transmite con facilidad. Se contagia por vía sanguínea: intercambio de jeringuillas, uso de material médico no esterilizado y, por supuesto, las transfusiones de sangre. Y durante décadas en España, hasta 1992, no fue obligatorio analizar las bolsas de sangre para detectar si el donante estaba infectado. Hay enfermas, como Aurelia G., que fueron contagiadas en hospitales públicos por medio de transfusiones de sangre contaminada cuando daban a luz.