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Domingo 22 de junio de 2014

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Revista Dominical

Edmundo Rocabado vivió el periodismo de carne y hueso

22 jun 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Mónica Aramayo Quinteros - Periodista

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Puntilloso y preciso a la hora de recoger y transmitir la información; muy sincero y hasta severo en sus palabras; son algunos de los calificativos con los que los periodistas de la vieja guardia del periodismo orureño definen a Don Edmundo Rocabado Vásquez, un periodista con una trayectoria de algo más de seis décadas en la práctica del “ mejor oficio del mundo” como definió Gabriel García Márquez, al ejercicio de la labor periodística.

Y fue ese el recuerdo y ejemplo que dejó Rocabado en sus colegas de antaño y en quienes son parte de la nueva generación de periodistas, mientras otros lo conocían y conocerán a través de los cientos de escritos que dejó en las páginas de LA PATRIA o sus creaciones bibliográficas, pues él ya no está entre nosotros. Dejó esta vida, pero su nombre y ejemplo se queda en Oruro, la tierra que lo vio nacer y en Sipe Sipe, la población cochabambina que lo acogió y valoró. Son dos regiones en las que dejó huella y en las que siempre habrá hombres y mujeres que reconozcan su entereza, su firmeza y tenacidad a la hora de defender sus ideales de libertad y justicia.

De niño estudió en la escuela “Ignacio León” y las aulas del Colegio Nacional “Simón Bolívar” lo cobijaron en durante su adolescencia y juventud para impartirle la enseñanza secundaria. Su pasión por la profesión fue completa, pues se desempeñó como fotógrafo, redactor y jefe de página deportiva hasta llegar a la Jefatura de Redacción en el Matutino LA PATRIA y luego dedicarse a escribir obras literarias en cuyas páginas dejó escrita una visión de la historia boliviana. También escribió “Formas Periodísticas y Relaciones Públicas y Humanas”, un libro, en el que incluyó consejos prácticos para el ejercicio del periodismo.

Las retinas de sus ojos vieron pasar un sinfín de acontecimientos que forman parte de la historia nacional. Hechos que se encargó de narrar ya sea a través de las imágenes fotográficas o en las columnas periodísticas, por eso se puede decir que vivió el periodismo de carne y hueso.

Se inició en el gremio en 1949 y desde entonces, la sala de redacción de LA PATRIA se convirtió en su segundo hogar. Antes, como todo brioso joven, a mediados del siglo XX se entregaba a las faenas de trabajo, probablemente a cambio de una “paga” simbólica y como él mismo narraba se sentía “bien pagado” cuando a cambio de su trabajo recibía una entrada para algún partido de fútbol.

Qué mejor escuela para el periodismo, que las salas de redacción y es precisamente este espacio en el que Rocabado, aún sin proponérselo; formó periodistas que años después valoraron la rigurosidad del jefe, de quien aprendieron la puntualidad y ante todo a derribar las barreras en la búsqueda de la verdad.

Tuvo activa participación histórica en la cobertura de la revolución de 1952, Nacionalización de las Minas y Reforma Agraria, también fue testigo ocular de las masacres como las de Siglo XX y Catavi en 1949, en Huanuni, Colquiri, Sora Sora y en el sector de la fábrica Hilbo.

“No he sido herido físicamente, pero si mi sentimiento boliviano fue malogrado, al ver como obraban los dictadores”, mencionó en una entrevista concedida a LA PATRIA, el año 2011, para dejar testimonio de su pasión por el periodismo.

Sus colegas recuerdan a Don Edmundo como un jefe estricto que sin piedad devolvía, las veces que consideraba necesario, los originales de las noticias que eran entregadas mecanografiadas y luego él se encargaba de corregir los errores resaltándolos con lápiz rojos y los redactores, resignados, debían recoger las notas para rehacerlas.

“Ellos sabían que debíamos cumplir una misión social, no por encargo de la empresa, sino por encargo del pueblo. No debían haber fallas”, comentó entonces.

Recomendó que la práctica de un buen periodismo debe enmarcarse en la defensa de las libertades ciudadanas, más allá de presiones políticas. “Si yo me sujeto a la verdad ¿por qué voy a temer ley alguna?”, dijo en esa ocasión a tiempo de cuestionar las disposiciones legales que intentan afectar la liberta de prensa y de expresión.

OBRAS

Edmundo Rocabado, cuando dejó la activa sala de redacción aportó a la historia de Bolivia con obras como: “Historia del Sindicalismo: Movimientos Sociales y Políticos de Bolivia”, “Sipe Sipe: Su dramática historia”, además de “Formas Periodísticas y Relaciones Públicas y Humanas”.

Su labor profesional fue reconocida por la exprefectura con el Escudo Nacional “Sebastián Pagador” y la medalla de plata “Escudo de Oruro” de la Alcaldía Municipal.

También recibió la medalla “Enrique Miralles Bonnecarrere” concedida por el diario LA PATRIA y la Asociación de Periodistas de Oruro, entidad que presidió en tres oportunidades. También fue secretario de Relaciones en el Sindicato de Trabajadores de la Prensa de Oruro.

Fuente: LA PATRIA
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