Cuando se trata de perder a las almas buenas conduciéndolas al lado de sus huestes infernales, el Diablo no desaprovecha ninguna oportunidad y fue así que esta mañana muy temprano acudió a mi escritorio para reiterar y formalizar sus tentaciones en este día en que la Iglesia Católica nos recuerda el atrevimiento del Diablo que lo llevó a tentar a nuestro Señor Jesucristo.
El Diablo ingresó a mi escritorio atravesando la puerta que se hallaba herméticamente cerrada y apareció a mi lado para conversar conmigo acerca de las tentaciones que están de moda en nuestro país.
Según el Diablo, en las épocas felices del neoliberalismo (felices para unos y tristes para otros) una de sus tentaciones más felices y de mayor éxito fue: “Si tú me entregas tu alma, yo te conseguiré una amante rusa” y cuentan las comadres que en ese tiempo llegó una legión de señoritas rusas a Cochabamba, no por arte del Diablo sino de la caída del Imperio Soviético y el trágico desempleo en todos sus países importantes.
Me interesó la historia narrada por el Diablo y le pregunté qué había sucedido con esa legión de señoritas rusas que llegaron a Cochabamba, contándome el Diablo: “Una señora recatada perteneciente al gobierno de entonces las echó del país antes de que alguna de ellas pudiera ser enamorada por algún ministro u hombre importante”.
Sonreí ante el relato del diablo y le pregunté cuál era la moda actual en materia de tentaciones, siendo ésta su respuesta: “La más fuerte de las tentaciones es llegar al Poder y estar muy cerca del presidente Evo”.
También me dijo el Diablo que la mejor de sus tentaciones, aquella ante la cual inclinan la cabeza hombres y mujeres bolivianas es la tentación del Poder y ante ella caen, mujeres y hombres porque consideran que el Poder es la llave de la felicidad y la fortuna.
Le pregunté al maligno si él tuvo mucho que ver con la designación de los miembros que componen la Asamblea Legislativa y me respondió muy ufano: “¡Claro que sí y aquí tengo la lista de quienes me entregaron su alma con tal de llegar al Poder Legislativo, y también de los que llegaron al Poder Ejecutivo y ahora acaban de ingresar al Poder Judicial!”
Yo sé que el Diablo es mentiroso pero creo que no me mintió al hablarme de Tentaciones. Y es por ello que me atreví a preguntarle si existían documentos firmados vendiendo sus almas al Diablo, como se ve en varias obras de la literatura universal. El Diablo sacó de entre sus cuernos un papelucho que decía así: “Conste por el presente Documento que en la fecha vendo mi alma al Diablo por toda la eternidad a cambio del compromiso del señor Satán para ser elegido(a) miembro del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial por el tiempo constitucional de cinco años con derecho a reelección”. Firma ilegible. Satanás desapareció y debe andar por ahí tentando a gil y mil en este día especial.
PAULOVICH
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