Sábado 14 de junio de 2014
ver hoy
Toque de clarines,
doblar de campanas
adiós postrero en los labios,
la esperanza en los corazones.
El valor encendió la lumbre,
en los hombres de nuestra Patria
que acudieron a su llamado,
Y llegó la hora...
la hora triste y gloriosa;
las manecillas del tiempo marcaron
mil novecientos y treinta y dos años.
Con su boca de lobo,
y su aullar de pólvora y metralla,
los esperaba el campo de batalla.
Su más cruel enemigo, la Naturaleza.
ora pródiga, ora despiadada,
resistiendo los estoques de la muerte,
con un valor incomparable,
masticando las horas del tiempo,
aprisionando en sus manos el silencio,
para robustecer sus espíritus,
pero el plomo fue la ley de la fuerza
enemiga, que se hundió en sus pechos de titanes.
El valor boliviano,
se yergue majestuoso,
son un solo fusil,
frente a miles de hombres
hambrientos de usurpación.
¡Humo...pólvora, sangre, arenal!
¡Boquerón, Alihuatá, Cañada Strongest, Campo Vía!
¡todo es humo, estruendo, sangre, gloria!,
el valor boliviano, es el grito sobrehumano
de una patria anhelante.
¡Boquerón!... ¡Boquerón!...