Hacia fines del año 1900 en Oruro existía solamente un árbol, plantado en inmediaciones de la víbora, al que todos los ciudadanos de esta urbe iban a admirar en días festivos, porque el paisaje tanto citadino como en las provincias era árido, seco y frío.
En aquellos años ni se pensaba en que se pudiera obtener frutales en esta tierra, en la que predominaban los cerros y la única vegetación que crecía era la propia de los climas fríos, no había el colorido en plantas y flores, además de árboles frutales que se ven hoy en día, según cuenta en la presentación del libro Árboles en el Departamento de Oruro, historia, realidades, guía de cuidados, fruticultura (1884 - 2013), el director del DICyT – UTO, Ermindo Barrientos Pérez.
El libro fue elaborado y publicado por docentes e investigadores de la Universidad Técnica de Oruro, tras haber organizado el primer concurso de Jardines y Árboles Frutales en Oruro, en marzo de este año, donde también se publican los resultados del singular certamen y fotografías de huertos y jardines familiares que cultivan los orureños de hoy.
Según cuenta Barrientos, hace dos siglos era impensable ver en Oruro exuberante vegetación, pero gracias al empuje e intransigencia de hombres y mujeres soñadores y visionarios que apostaron por experimentar en el cultivo de flores, plantas y árboles, en la actualidad ésta se convirtió en una hermosa ciudad, con jardineras, parques, plazas, que ofrecen un bello espectáculo de color, además de huertos y jardines familiares que también forman parte del ornato urbano.
Todas esas personas que se empeñaron en embellecer a la ciudad de Oruro, demostraron que en medio de la aridez y el clima frío del altiplano, con el conocimiento y cuidados necesarios es posible tener hermosos paisajes de exuberante vegetación, que alegran la vista y mejoran la calidad de vida de estantes y visitantes.
Por otra parte, se puede decir que de algo sirvió el cambio climático, pues hace años no se sentía tanto calor como ahora, al menos en las estaciones de primavera y verano, no en vano los ciudadanos bromeaban diciendo que Oruro tiene sólo dos estaciones, la del invierno y la del ferrocarril, lo que quedó un poco en el olvido al haber pasado temporadas con temperaturas arriba de los 20 grados centígrados, algo que tampoco se veía antes.
Lo único que resta ahora es recomendar que las personas continúen cuidando los espacios que contienen vegetación, tanto públicos como privados, para que la vegetación que se tiene en Oruro se expanda y siga brindando calidad de vida a las personas.
Fuente: LA PATRIA
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