Jueves 05 de junio de 2014
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Estamos a menos de 20 días de la celebración de lo que tradicionalmente se conoce como la fiesta de San Juan, que se conmemora la noche del 23 de junio, fecha en la que antes se acostumbraba encender fogatas para promover reuniones familiares o entre amigos.
Bueno, eran otros tiempos, cuando poco o casi nada se hablaba sobre el cuidado del medio ambiente, sin embargo, ahora, por el bien común, esta tradición está condenada a desaparecer.
No en la misma magnitud de los anuncios publicitarios para la venta de salchichas, bebidas alcohólicas, fiestas y otros que forman parte del festín; surgen los mensajes ambientalistas en procura de motivar la reflexión en la población respecto a los efectos contaminantes del encendido de fogatas y el uso de juegos pirotécnicos.
Se repiten las versiones de autoridades anunciando prohibiciones y como todos los años, dicen que “por última vez” se permitirá el asentamiento de comerciantes en ciertas calles para la comercialización de productos que se consumen “la noche más fría del año”. Los mensajes reflexivos nacen también de los ambientalistas.
Fuente: LA PATRIA