Ofrendas

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ANTECEDENTES

Considerando en forma general a lo particular de cada región la diversidad de manifestaciones socio-culturales relacionadas a un sinfín de costumbres y tradiciones muy bien arraigadas y de indudable atracción, demostración y devoción hacia las divinidades ancestrales y/o atávicas que a través del tiempo se ha conservado de generación en generación su innata esencia, haciendo hincapié en especial en lo que encierra la misma naturaleza muy bien dotada de incalculables riquezas no sólo materiales sino espirituales, siendo un aspecto sumamente importante conservar desde todo punto de vista ya que en forma admirable el ser humano se ha dotado dentro su habitad natural en perfecta relación y armonía de convivencia formando y creando elementos y seres espirituales unas veces para su protección física u otras para la paz espiritual.

Entonces, para ratificar estas aseveraciones el ser humano (al mismo tiempo), con su imaginaria como lúcida mente y según sus costumbres ha creado en su imaginación divinidades mitológicas para que fortalezcan su espíritu en particular y que acompañen en un acto de divinidad o espiritualidad en todos sus quehaceres y actividades a través del tiempo en forma general.

LA IMAGINACIÓN

HECHA MITOLOGÍA

La base fundamental de la mitología se basa en la creación e influencia de las costumbres propiamente dichas mediante leyendas que a posteriori se trasuntan en sinnúmero de tradiciones, mismas que en el transcurso del tiempo van arraigándose mediante el concurso o participación masiva de las poblaciones asentadas en áreas donde predominan una o varias culturas, donde se fusiona e intercala lo pagano con lo religioso; es decir, subjetivamente mundos o esferas a manera de universos paralelos que coexisten con las costumbres en una forma real y al mismo tiempo imaginaria en alusión o adoración a las divinidades (esfera superior); en segundo lugar, esfera o mundo en que vivimos o moramos, dicho de otro modo, mundo terrenal en el cual nos encontramos todos los seres vivos en contacto primero, con la naturaleza, segundo, con nuestras costumbres y tercero con nuestras leyendas y tradiciones. Finalmente la esfera o inframundo en el cual moran seres sobrenaturales de conducta benigna o maligna (El bien o el mal), de acuerdo al caso u ocasión visitándonos para tener contacto en una serie de formas, fenómenos , avistamientos o simplemente en forma espiritual o dogmática que encierra el firmamento en todo su contexto sobrenatural.

LA PARTE DEVOCIONAL

DEL CARNAVAL

Dentro de todas estas costumbres relacionadas intrínseca y fundamentalmente al misticismo para la adoración de imágenes e íconos santorales en las festividades de cada región, sobresale indudablemente la festividad del carnaval que es un fenómeno folklórico-devocional y que encierra una serie de aspectos también socio-culturales en devoción, adoración y sacrificio ante la imagen representativa de dicho acontecimiento, con tintes superlativos por lo que es un grado superior de significación de fe, entremezclado con rituales míticos y folklóricos que hacen de este fenómeno en particular festividad muy bien arraigada con la participación casi de toda la población del lugar, esta sería la diferencia al margen de otras que se relacionan con festividades de cada región en particular.

Todas estas manifestaciones van acompañadas con una serie de elementos que ensalzan el ambiente.

¿QUÉ SON LAS OFRENDAS?

Las ofrendas son muestra de gratitud agradecimiento al bienhechor por haber concedido la gracia mediante el espíritu de su devoción; en este caso virgen o santo; por otra parte es el reconocimiento por haber proporcionado abundancia, bienestar por sus clamorosos pedidos mediante rezos y súplicas, fuerza física y laboral en los quehaceres del campo; siembra y abundante cosecha.

Es el Don que se ofrece a Dios mediante la representación de los santos por irradiar paz, tranquilidad y concordia entre los pueblos hermanos, comunidades y ayllus. En resumen es la dádiva o servicio en muestra de gratitud o amor a quienes en forma espiritual y dogmática les proporcionan bienestar en todos sus actos. En este caso la Iglesia Católica juega un papel sumamente importante en la comunión de los santos con la feligresía asentada en todos los jirones del territorio patrio, ya que después de la Colonia desde el año 1545, más o menos comenzaron a aflorar una diversidad de construcciones (Iglesias, capillas y santuarios), con la única premisa de evangelizar a los pueblos en su conjunto.

En este acápite es muy necesario referirse al naturalismo en sí, para aclarar en algo la figura de cómo nace y qué aspectos influyeron para que esta manifestación esté tan adentrada y relacionada con el misticismo ligado a la religión, la cual consiste en la perfección en una especie de contemplación extática (profunda), que une espiritualmente el alma misteriosamente con Dios, muchas veces representados por los santos, mediante la dádiva de otorgar una ofrenda; por otra parte, tenemos ligado a todo este fenómeno, lo mítico según interpretación alegórica, con la personificación de elementos o fuerzas físicas (aire, agua , sol, trueno); cerros y montañas como una serie de ideas morales, como también mito en forma general se define como el recuerdo idealizado de mortales (el dios Huari o la ñusta o Virgen de la Candelaria), divinizados mediante ofrendas.

Entonces naturalismo es el sistema de lo que se atribuyen todo a la naturaleza como primer carácter primigenio; de lo que es natural, y que desde la antigüedad los ancestros tenían una particular tendencia a fiarse únicamente del testimonio de sus sentidos y para quienes todo cuanto estaba dotado de movimiento o de fuerza con una especie de vida análoga o espiritual.

VARIEDAD DE OFRENDAS

En la mitología andina la divinidad principal es la Pachamama o Madre Tierra, por lo que toda reciprocidad como compensación a lo que nos otorga en forma cotidiana por todos los alimentos y serie de elementos para nuestra pervivencia, en agradecimiento se ofrece la fiesta de la Wilancha que consiste en el sacrificio de una llama de pelaje color blanco, para luego asperjar la sangre del animal, al contorno de una fogata encendida con anterioridad, como muestra de dar alimento a la Madre Tierra, luego se procede a rociar con alcohol como segunda ofrenda; al mismo tiempo, para que todo el recinto esté colmado en un paraje sagrado con este acto, se procede a efectuar la k’oa, que consiste en la quema de una mesa dulce”, una canasta llena de dulces u oficios que representan los bienes materiales que posee la comunidad como terrenos, casas, movilidades y también para conservar la salud y bienestar de la población.

Todo ello, muy bien adornado con lana de colores, con el infaltable incienso que al consumirse exhala un aroma muy particular que se utiliza para esta clase de acontecimientos, todos estos elementos van consumiéndose en una candente brasa colocada especialmente en un utensilio fabricado en forma artesanal denominado brasero, el cual es manipulado por un maestro espiritual (Yatiri), con conocimientos de las culturas ancestrales y divinidades de la cosmovisión andina, representando en común un sacrificio, dádiva o servicio en muestra de gratitud y amor por la naturaleza y su magnífico entorno.

RESUMEN

La ofrenda u ofrendas propiamente dichas, son la representación simbólica en un acto de agradecimiento espiritual en devoción o recordación de los antepasados; es decir, lo que por convicción nos guía la conciencia. Es la manifestación en forma espiritual por una obra de caridad y de amor por los santos de nuestra devoción, es lo que se ofrece como fieles un sufragio representado en un ramo de flores o una guirnalda o corona, también a los santos difuntos.

Fuente: LA PATRIA