Warning: inet_pton(): Unrecognized address in /home/lapatri2/public_html/wp-content/plugins/wordfence/vendor/wordfence/wf-waf/src/lib/utils.php on line 28
Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 Casto Pimentel, un apostolado por la educación - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
El profesor Casto Pimentel Gómez, meritorio maestro y connotado dirigente sindical del magisterio local y nacional, en servicio activo y pasivo, dedicó toda su vida profesional a mejorar los niveles de la educación. Priorizó la formación de estudiantes en las marginadas provincias y cantones de Oruro, durante 33 años, donde su trabajo se convirtió en un verdadero apostolado por la educación.
El nombre del profesor Casto Pimentel aún pervive en la mente de ciudadanos que lamentaron su sensible fallecimiento, ocurrido el 19 de mayo, a sus 89 años. En las horas posteriores a su deceso, miles de personas llegaron hasta el salón velatorio de la Funeraria “Virgen del Socavón” para rendir honras fúnebres y presentar, en algunos casos, el homenaje póstumo por su destacada trayectoria en el ámbito de la educación.
La tarde del 20 de mayo, sus restos mortales fueron transportados a la Casa Social del Magisterio –del que fuera gestor fundamental para su consolidación– desde donde fue trasladado al Mausoleo del Magisterio Rural de Oruro, en el Cementerio General de la ciudad, en medio de sentimientos de dolor y llanto de la familia, amigos y compañeros.
Esquelas necrológicas, música fúnebre, cirios y multicolores arreglos florales acompañaron la partida del “profe Casto” y miles de personas, que concurrieron al sepelio, en interminables oraciones y recuerdos encomendaron su alma al Divino Creador. Un sentimiento de angustia y dolor se vivó en la despedida al hermano, padre, tío, abuelo, amigo y eximio maestro rural, mentor de numerosas generaciones.
Las campanas y
el silencio del adiós
Minutos antes del sepelio, en medio de lágrimas y el murmullo de la multitud se escucharon sones de una solitaria trompeta de la Banda Municipal “César Achaval”, en el minuto de silencio, profundizando sentimientos de nostalgia entre los congojados concurrentes al último adiós; muchos no pudieron contener las lágrimas en el mausoleo donde también figura su nombre como Director Departamental de Educación.
Mientras, a cientos de kilómetros, en el lejano municipio occidental de Escara, –se conoció horas después– resonaron campanas del templo del lugar en señal de duelo y de despedida al maestro e hijo predilecto de la comunidad. Escara fue uno de los pequeños poblados donde el profesor Pimentel desarrolló gran parte de su actividad por conseguir mejores días para la educación, de trabajo permanente por mejorar el nivel de vida de las familias rurales y sobre todo por buscar cambios estructurales en el sistema educativo y mejores condiciones para los educadores.
Vocación a toda prueba
Al concluir su bachillerato y tras haber cumplido el servicio militar obligatorio, estudió en la Escuela Normal Rural “Ismael Montes” de Cochabamba, consolidando sus objetivos en 1947 cuando se graduó como maestro; no obstante, de la decisión de sus padres en sentido de que él pueda estudiar una carrera universitaria en la ciudad, pues decidió formarse y trabajar en las zonas rurales.
Numerosas generaciones de estudiantes –ahora ya profesionales–, pueden testimoniar su dedicación a la labor educativa en varias escuelas seccionales o núcleos educativos como los de San José de Kala, Escara, Belén de Andamarca, Cayco Bolívar, Choquecota, Coipasa, Challavito, Paria y otras regiones donde se desempeñó como profesor, director y supervisor de educación rural (1966). Así lo testimonia un Diploma de Honor “Al mérito”, que le confirió Escara, a través de sus autoridades en 1961 por haber fundado el núcleo campesino en 1952, ratificando su proficua labor por el progreso cultural y social.
Su entrañable Escara
Las más de tres décadas de servicio activo como profesor y director en inhóspitas y pequeñas poblaciones rurales testimonian su dedicación a favor de los núcleos escolares y sus estudiantes. Una nota de prensa de la década de los 60 destaca “… bajo la dirección del maestro Casto Pimentel, este núcleo ha evolucionado hasta catalogarse como uno de los mejores del departamento de Oruro”.
“En Escara –continúa la misma nota de prensa– lo más sobresaliente de la concentración fue la construcción de telares por los mismos educadores, haciendo demostraciones de tejido. Descolló en la materia de hogar la maestra Amalia Flores de Pimentel (su esposa y entrañable compañera de actividad profesional). Luego el núcleo cuenta con talleres de carpintería y mecánica, local escolar con las dependencias necesarias en construcción”.
Viendo de cerca la realidad de las familias rurales y sus innumerables problemas en el propósito de acceder a la educación promovió la creación del núcleo educativo de San José de Kala, en la provincia Carangas.
Luz en Paria
Como director del núcleo escolar de Paria, junto a los campesinos promovió y concretó la instalación de luz artificial, en base a un motor generador de energía donado por los sacerdotes Haroldo Holbrooc y Jeremías Pasby, ratifica otra nota de prensa.
Otros diplomas de honor, pergaminos y certificados conferidos por la comunidad de Coipasa, dan cuenta de su compromiso con el sector campesino. Belén de Andamarca lo distinguió por la fundación del núcleo (mayo de 1969). En marzo de 1970, la Escuela Cooperativa Minera Colón Ltda., también le entrega un diploma por la inauguración de su unidad educativa.
Dos años más tarde, autoridades del cantón Cayco Bolívar reconocieron su apoyo a la escuela seccional “Ladislao Cabrera” como director distrital de Educación Rural. En junio de 1978, el cuerpo de autoridades y el director de la escuela seccional de Choquecota le entregaron un pergamino, tras las Jornadas de Mejoramiento Docente en coordinación de la comisión Episcopal de Educación. Suma a ello, el reconocimiento del Centro de residentes de Challavito, 16 de Julio por la creación del núcleo escolar, en la segunda sección municipal de la provincia Saucarí, en septiembre de 1978.
Muchos de estos reconocimientos le fueron entregados durante el ejercicio del cargo de director distrital de Educación Rural, así testimonian los recortes de prensa que guardaba –en vida– el profesor Pimentel como parte de su currículum vitae.
“Siempre fue alegre, ocurrente y un gran compañero. Era el alma de las fiestas. Uno de los infaltables temas que siempre interpretaba era la canción titulada Pobres recuerdos Muertos; era su tema preferido”, recuerda el periodista Hugo Tórrez, uno de sus amigos más cercanos y compañeros de trabajo, al referirse a otra faceta del maestro.
Tórrez fue su amigo incondicional y compañero de trabajo en varias poblaciones donde pasaron muchos años de su juventud y de su trabajo docente. Recuerda que siempre exigía un trato adecuado, formal pero amistoso a la vez “en las aulas de trabajo soy el profesor Casto; afuera soy el Casto”, rememoró con nostalgia el periodista Tórrez.
Como director de núcleo buscó siempre mejoras en el salario de los maestros rurales, merced al sacrificio que implica el estar lejos del hogar y de la familia, luchar con las limitaciones e incomodidades del subdesarrollo.
Complejo Educativo
Como presidente alterno del Servicio de Apoyo Educativo Departamental coadyuvó en la concreción del terreno para el Complejo Educativo de Oruro, tras un contrato de permuta recíproca con la Corporación de Desarrollo de Oruro (Cordeor). Por entonces, se había conseguido un financiamiento de 750.000 dólares para la construcción de los ambientes para las direcciones departamentales de educación urbana y rural, servicio de asesoramiento educativo departamental, servicio integrado de administración, departamento de planeamiento educativo, orientación y evaluación, lo que fue encaminado en varias gestiones de las autoridades de entonces de forma adecuada.
Fue designado secretario general del Consejo de Administración de la Caja de Prestaciones de Educación Rural de la Federación Departamental de Maestros de Educación Rural, en junio de 1966. Participó de ampliados departamentales en los que siempre luchó por la superación socioeconómica y sindical del magisterio rural.
También fungió como jefe de Educación Fundamental de Oruro, primer presidente del Consejo Ejecutivo Departamental de Educación Urbana y Rural, (Ceded), rector del Instituto Normal Rural de Caracollo (1972), logrando muchos beneficios a favor de la educación desde el ámbito administrativo.
También fue secretario ejecutivo del magisterio rural durante varias gestiones, fundó la Confederación de Jubilados y Rentistas de Bolivia. Su principal aporte a la educación, fue la creación de núcleos escolares en los niveles primario y secundario. Fue partícipe en varios congresos nacionales del magisterio rural y jubilado donde se hizo portavoz de las principales necesidades y demandas de su sector.
El profesor Pimentel desempeñó el cargo de asesor de la Dirección Nacional de Educación Rural del Ministerio de Educación y Cultura, en enero de 1980. Uno de los principales logros, fuera de la jurisdicción departamental, fue la fundación de la Normal de Vacas, en Cochabamba.
El ocaso del
emérito dirigente
En el ocaso de su vida, el profesor Pimentel se dedicó a la dirigencia del magisterio jubilado desde donde prosiguió su lucha por el sector pasivo buscando promover mejoras y beneficios en favor de miles de docentes. Durante más de 20 años fue ejecutivo de la Federación Departamental de Maestros Jubilados de Oruro, reelegido por votación o por aclamación.
Entre sus propuestas figuran una serie de beneficios como el pago de seguro de cesantía y la cuota mortuoria en menos tiempo; institucionalización de la Mutualidad del Magisterio, préstamos con garantía de las rentas y el pago de rentas en el Casa Social del Magisterio, que generaban expectativa entre sus seguidores. En 1994, durante el XVI Congreso Nacional de Maestros Jubilados de Bolivia, en Potosí, promovió la incorporación de las y los derecho habientes a la confederación, reconociéndoles el derecho de amparo sindical, como afiliados.
La Secretaría Ejecutiva Nacional (SEN) de la Confederación de Maestros Jubilados de Bolivia, lo condecoró con la Medalla “Al mérito Sindical”, en junio de 2000.
Maestro Meritorio
Su trayectoria fue reconocida por varias instituciones. En junio de 1999, la Federación de Trabajadores de Educación Urbana de Oruro lo declaró “Maestro Meritorio” en la lucha sindical por la defensa de la educación fiscal y la carrera profesional docente.
Los concejos municipales de Cochabamba, Santa Cruz y Vallegrande lo declararon huésped distinguido, durante congresos nacionales de maestros jubilados. El Concejo Municipal de Escara de la provincia Litoral lo declaró Ciudadano Notable por el servicio de la educación rural de Bolivia, en junio de 2011.
En coordinación mancomunada, la Oficialía de Cultura del Gobierno Municipal de Oruro y el Comité Organizador de Disco de Oro le entregó la Distinción al Mérito Cultural, declarándolo como Meritorio Docente, en marzo de 2008. El programa cultural “Pueblo y Arte” también reconoció su trayectoria declarándolo personaje destacado porque “llevaba en el alma la educación y formación de generaciones”.
En su trayectoria también figuran otros reconocimientos como la Medalla Al Mérito (Tarija 1988), Honor al Mérito Docente (Trinidad en 1990), Honor al Mérito Docente Sindical (La Paz 1994), Medalla al Mérito (Oruro 2003) y la Medalla al Mérito Sindical Docente otorgado por la Confederación de Maestros Jubilados de Bolivia el 2.004. Tras su fallecimiento, la Federación de Maestros Jubilados de Oruro solicitó al Concejo Municipal la declaratoria de Ciudadano Notable, trámite que se encuentra en gestión.
Casa Social del
Magisterio
En febrero del año 2008, el profesor Pimentel entregó a los dirigentes de la Federación de Maestros, documentos del edificio de la Casa Social del Magisterio, ubicada en la calle La Plata, entre Adolfo Mier y Junín Nº 1477. La consolidación de este bien inmueble es el principal logro de su etapa dirigencial, pues en marzo de 2012, después de numerosas gestiones, se concretó la entrega de los títulos de propiedad del edificio.
El profesor Casto Pimentel Gómez nació el 1 de julio de 1924 y contrajo nupcias con Amalia Flores, también maestra de profesión y compañera de vida e incondicional colega en varios núcleos escolares. Fruto del amor y la comprensión, el matrimonio engendró a sus hijos Gloria, María Elena, Pilar, Dante, Nancy, Norka, Rossío, Anabella (†) y Jorge.
Fuente: LA PATRIA
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.