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Warning: session_start(): Cannot start session when headers already sent in /home/lapatri2/public_html/impresa/index.php on line 8 El oportunismo de Rusia en el tema de Ucrania - Periódico La Patria (Oruro - Bolivia)
Es muy poco probable que Rusia se arriesgue a una guerra abierta en Ucrania, no porque no pueda ganarla, sino porque la política de su gobierno responde a intereses específicamente capitalistas. Los oligarcas de Moscú están muy lejos de los comunistas, los combatientes que podrían arriesgarlo todo en aras de la liberación plena de la Humanidad. Si bien el Partido Comunista de la Federación Rusa podría sustentar una intervención directa, solamente cuenta con el 18% del apoyo del electorado y su debilidad es congénita por sus ideas tibias del uso de la fuerza, cercanas al reformismo.
En realidad, Putin y su rosca de oligarcas no aspiran - ni siquiera lo pretenden- a restablecer las fronteras de la desaparecida Unión Soviética porque los problemas que conlleva un proceso de restauración serían muchísimo más mayores que las ventajas. La economía de Rusia está cerca de la recesión aún a pesar de sus grandes reservas de hidrocarburos y minerales, ya que su carácter primario de una mentalidad extractivista no ha cambiado todavía. A pesar de su poderío militar las bases de su desarrollo tecnológico dependen aún de manera considerable de compras en países europeos o Estados Unidos. Y mantener a ex-repúblicas soviéticas dirigidas por camarillas corruptas y con graves carencias económicas y sociales no pasa por sus mentes mercantilistas.
Lo de Crimea fue un asunto muy particular que los rusos podían asumir por el tamaño limitado de la región, la decisión terminante de su población y sus intereses de seguridad estratégica por el acceso al Mar Mediterráneo, vital para un país tan grande. En cambio, lo del Este y Sur de Ucrania es un asunto mucho más complejo a pesar de los deseos independentistas de una gran parte de su población “rusófona”.
Cuando, en 1991, se disolvió la Unión Soviética, un Estado glorioso construido con el sacrificio de 40 millones de víctimas inmoladas en la Guerra Civil de 1918-1922, las purgas estalinistas y el enfrentamiento al terror nazi, los burócratas delincuentes -a la cabeza de Yeltsin, Kravchuk y Sushkievich- constituyeron una oligarquía brutal que se apoderó criminalmente de las empresas estatales creadas con un gran sacrificio del pueblo soviético para generar inmensas fortunas al servicio de unos pocos que hoy viven orondamente en Europa y Estados Unidos, disfrutando de sus robos abiertos de miles de millones de dólares, y sin importarles la situación de millones de jubilados despojados de sus pensiones por la cruda inflación de los años 90´s.
Decididamente, a los capitalistas rusos solamente les interesa que las ex-repúblicas soviéticas, entre ellas Ucrania, no pongan en peligro su seguridad por las alianzas militares con la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte dirigida por los Estados Unidos). Deben ser socios fieles y confiables. Solamente en caso extremo la Federación Rusa intervendrá en las zonas del Este y Sur de Ucrania, por ejemplo si se produjera una represión brutal y sangrienta de su población civil y especialmente de los activistas independentistas que en ningún momento han respondido a las directivas de Moscú y que, además, han adquirido fuerza propia.
Por último, la manipulación de los medios de información de Europa y Estados Unidos es absolutamente descarada, asumiendo arbitrariamente que el Gobierno ruso está agravando la situación con el apoyo a los insurrectos de Donetsk y Lugansk. Son los fascistas de Ucrania Occidental y su gobierno títere de Kiev los verdaderos culpables de haber conducido a ciudadanos de origen ruso a la rebelión, asumiendo enfáticamente un derecho natural de los pueblos. Y el nuevo gobierno que surgirá después de las elecciones del 25 de mayo pasado será constituido sobre bases endebles, debido a la muy relativa participación ciudadana y a las condiciones de enfrentamiento militar en que se desarrollaron. La Guerra civil abierta es muy posible y las consecuencias pueden ser desastrosas para el planeta.
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