Está visto que hay que llegar a los extremos para que puedan atenderse los planteamientos regionales, no es un caso y un problema sólo de Oruro, en los otros distritos no faltaron movilizaciones cívicas en busca de soluciones a una serie de problemas, desde aquellos referidos al desarrollo de las regiones, hasta los otros que tienen que ver con demandas específicas como el caso reclamado en la última movilización exigiendo soluciones de gobierno al grave problema limítrofe que Oruro sostiene con Potosí.
Como se sabe ese problema data de muchas décadas, algún veterano comunario calificaba las incursiones de pobladores del Norte potosino al territorio orureño como parte de tradición ancestral, queriendo explicar que esa actitud belicosa es una constante invariable en ciertas épocas de cada año.
Ya se ha explicado que evidentemente autoridades de los dos departamentos han buscado soluciones al problema de los límites mediante acuerdos concertados entre las partes, suscribiendo convenios de paz y amistad, bajo conminatorias de fuertes sanciones a los infractores, todo un movimiento de personeros inclusive de los diferentes gobiernos para pacificar las poblaciones en actitud de constante beligerancia y en muchas ocasiones con lamentables resultados, incluyendo hasta víctimas fatales y por supuestos muchos heridos.
Lo que se menciona es el incumplimiento a normas establecidas que más de una vez han sido aceptadas por las partes e incumplidas por las mismas, pero casi siempre con una agravante y es que los ataques comienzan en territorio de los vecinos potosinos, trasponiendo los límites fijados inclusive por el Instituto Geográfico Militar (IGM), que en repetidas ocasiones desplazó a su personal para trabajar en la delimitación de los territorios respectivos.
Actualmente está vigente la Ley de Unidades Territoriales y se esperaba que en función a tal normativa pueda ser solucionado el caso limítrofe entre Oruro y Potosí, lamentablemente autoridades ministeriales señalaron que este asunto debe ser tratado por la vía del diálogo “entre partes”, alternativa que como es de suponer no puede darse debido a la situación de enfrentamiento y el avasallamiento que practican los comunarios de Coroma.
Frente a este tipo de actitudes, dirigentes y representantes de las poblaciones orureñas, junto a los dirigentes cívicos del departamento han decidido realizar medidas de presión extremas, exigiendo la presencia de los ministros de autonomías y de desarrollo rural, además del representante del INRA para definir el problema de los límites tanto potosinos como orureños, rechazando más documentos o compromisos escritos, que en la práctica no han servido para nada.
Lo que se plantea es la aplicación de la Ley, el respeto a la normativa sobre el particular y las disposiciones pertinentes a garantizar la tranquilidad en la zona de conflicto, con la presencia permanente de efectivos policiales o militares en número suficiente para frenar los avasallamientos.
El pedido presente es repetitivo de otros muchos que se formularon cada vez que pobladores del norte potosino incursionaban en terrenos de productores orureños, ocasionando severas pérdidas al “incautar” varias cosechas de quinua, no devueltas pese a instrucciones precisas de autoridades judiciales.
Hay una tensa calma en la región, los hermanos potosinos también exigen soluciones concretas al problema limítrofe, los orureños están con el mismo planteamiento y con la determinación de radicalizar medidas de presión, es necesario que las autoridades de gobierno eviten enfrentamientos y perjuicios para las partes en conflicto, urge una drástica solución para poner fin al problema.
Fuente: LA PATRIA
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