En la medida que avanza el tiempo y se acortan los plazos electorales, de manera especial para los políticos y su afán de concretar su participación en las próximas elecciones, se hace imperiosa la definición de frentes o la conformación de alianzas, aunque pueden existir corrientes partidarias que vayan solas al “suicidio político”, todo un proceso que debe ser esclarecido en el próximo mes, sin mayores alternativas.
Una verdad es que no se puede desconocer en el curso político de nuestra historia la vigencia de pactos, inclusive de los más contradictorios, pero que en su tiempo permitieron dar vigencia a la democracia, restablecerla e impulsarla hacia fines de gestiones gubernamentales, que tuvieron en unos casos efímera duración y en otros significaron un puente para la vigencia partidaria necesaria para una gobernabilidad que sea resultado de la voluntad popular.
De ahí que como corre el cronograma electoral y se han hecho visibles algunas opciones de acuerdos políticos, la ciudadanía está pendiente de los mismos pues de alternativas, opciones y oportunidades vive la población en proximidad de comicios que deben definir la voluntad de un electorado a través de las urnas y en las condiciones más propicias que admite la democracia participativa, concordante con el respeto a los derechos ciudadanos.
La preocupación de la ciudadanía que conscientemente piensa en el futuro de la nación y por lo mismo estima de sobre manera el valor de su voto, este proceso es sumamente delicado especialmente en la etapa en que los políticos deben cerrar sus alianzas para presentar al electorado sus propuestas que sean una respuesta a las expectativas ciudadanas, por mejores condiciones de vida, pues sean con quien fuera, la idea es que todos puedan vivir mejor, pero en condiciones de mayor equidad y más seguridad para compartir beneficios.
Hay alianzas y pactos, convenios y acuerdos, todo parecería lo mismo sin embargo en política tiene alternativas muy definidas y son parte de ocasionales circunstancias que dan vigor a esas formas asociativas en busca del poder, ojalá fuera con fines de servicio pleno a mejorar las condiciones de vida comunitaria y no de favoritismo sectario.
Cuando se habla de alianzas controvertidas, ahí están por ejemplo la unión MNR y FSB todavía con el militarismo, el pacto de izquierdas y derechas (MIR y ADN), la alianza del MNR tradicional y el katarismo, otras alianzas nos recuerdan a la UCS, la NFR y el PDC que casi siempre accedieron al poder a través de algunos frentes partidarios. En este último proceso también existió un acuerdo que tuvo cierta duración entre el actual partido gobernante y el MSM que ahora está indeciso ante la urgencia de pactar para no perder, como sucede con el Movimiento Demócrata de Santa Cruz e inclusive el Frente Amplio que está más estructurado pero que igualmente necesita afianzar su integridad frentista uniendo a la mayor parte de la oposición.
El panorama no ha cambiado mucho, se mantiene la vigencia partidaria, algunos de estos organismos lograron mantener su personería jurídica, otros la actualizaron y hay agrupaciones que tramitan su reconocimiento partidario seguramente en busca de alguna banca parlamentaria, pero a través de un pacto simplemente electoralista, carente de sentido ideológico o por lo menos de principios afines. Esto es lo que comprobará el electorado en los próximos días, cuando se cierre el plazo del registro partidario en el TSE.
Fuente: LA PATRIA
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