Martes 27 de mayo de 2014
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Así con mayúsculas, Mujer y Madre, las dos palabras que conjugan al Ser que lleva en su seno la vida de nuevos seres, con la abnegación de la mujer hecha Madre, que une su sacrificio inclusive con la negación de sí misma. Una entrega milagrosa, maravillosa e incomparable.
Son muchas las cualidades de la mujer y madre, de la compañera ideal, de la responsable de un hogar, de la mujer que al ser madre obtiene un doble grado de amor y de responsabilidades que se traducen en la crianza de los hijos, a veces sola, pero formando a sus vástagos y recibiendo quién sabe, sólo el halago en un día especial como el que se conmemora en la fecha.
Madre, como escriben y cantan los poetas, es la sublime primera palabra, que pronuncian los labios de todas las criaturas que se hacen niños, jóvenes y adultos, siempre al amparo de la buena madre, la palabra que encierra todo un misterio y que abarca un mundo insospechado de cariño tierno y desinteresado.
Fuente: LA PATRIA
