Jueves 18 de febrero de 2010
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Cuando me encontraba bailando en honor a la Virgencita del Socavón en el Carnaval de Oruro, rebotando de chola en chola no por iniciativa propia sino porque el destino me arrojó al Mar Choliterráneo más grande y agitado del mundo, una de mis ocasionales parejas contestó a mi móvil que yo guardaba en mi disfraz y me dijo: “Te llama una chola alemana desde Berlín y dice que es tu pariente”.
Pude salir de las aguas del Mar Choliterráneo y tras una puerta de calles, pude hablar con mi tía Clothilde von Karajan Quiroga, mientras otras cholitas comentaban en la vereda: “El caballero había sido un cholo internacional y ahora lo ha llamado una de sus cholas desde las Europas…”
-Hola tía von Karajan Quiroga, hablas con tu sobrino Paulino Huanca, conocido como Paul Anka en Estados Unidos y como von Paulus en los pueblos germanos.
-Uuyyy, sobrino Paulino, tu tufo a pisco y cerveza se siente hasta en Beglín a través conducto telefónico.
-No exageres, tía Clothilde, estoy un poco “atufado” por la emoción que siento al hablar contigo pero debes saber que para bailar mucho hay que beber poco porque quien chupa mucho se convierte en “cóndor” y ya no puede bailar.
