Sábado 24 de mayo de 2014
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Frente a la coyuntura que nos ofrece el destino, muchas personas precavidas, optaron por el sistema del ahorro para poder afrontar contingencias futuras.
El poco dinero que se gana trabajando no siempre alcanza para todo, más aún si el proceso económico es variable especialmente en lo referente al consumo diario para la subsistencia.
Ni qué decir para los comprendidos en la tercera edad, población considerada por el gobierno masista como un incordio, habiéndoles marginado de toda mejora económica en sus rentas.
Sin embargo de ello, haciéndose de tripas corazón, tanto asalariados como rentistas, de lo poco que perciben, una pequeña parte lo disponen en el ahorro, con la esperanza de juntar algún dinerito que les permita invertir en la mejora de su vivienda, si la tiene, por ser un factor social, o en su caso, obtener préstamos para la compra de un terreno.
Por eso, aquí en Bolivia, las Mutuales de Ahorro y Préstamo, se han convertido en un esencial vínculo destinado a salvar cualquier contingencia económica que tenga el ciudadano.
