Jueves 18 de febrero de 2010
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La basura en Oruro siempre fue y sigue siendo un problema por el pésimo aspecto que ofrecen sus calles, sus aceras y plazas donde la basura se amontona por la mala educación de los vecinos. El viento y los perros hacen el resto.
Un comentario generalizado de turistas nacionales como extranjeros se refiere a la gran hospitalidad del pueblo orureño, a su fastuoso como sin igual Carnaval, a su rica como variada gastronomía y a sus calles sucias.
Este crónico mal aspecto se acrecentó luego de la entrada devocional del sábado y domingo de Carnaval cuando la mala educación de propios y extraños dejaron la ciudad llena de basura.
Grandes promontorios de desechos se amontonaron en las esquinas de toda la ruta del fastuoso antruejo de los Andes, cualquier rincón fue útil para descargar los humores del cuerpo dejando verdaderos focos de contaminación y un desagradable olor a orines, excremento y cerveza.
Las aceras quedaron con el piso pegajoso por la abundancia del alcohol regado, por el juego con agua, la tierra acumulada, los globos, la serpentina y otros desechos dejados sin ningún respeto por los demás y por el medio ambiente.
Fuente: LA PATRIA