Oruro eje de la doble vía a La Paz y Cochabamba

La construcción de la doble vía a La Paz y Cochabamba ubica a Oruro en condiciones ventajosas al constituirse en eje articulador de la integración del país y, lo que es más, en el corredor natural para integrar el Pacífico con el Atlántico y viceversa, situación privilegiada que no tiene ningún otro departamento del país.

La estratégica ubicación geográfica natural es un hecho irrefutable que tenemos que aprovechar para lograr nuestro desarrollo, más aún si ahora está en ejecución el macro proyecto del Poder Ejecutivo para integrar Oruro con La Paz por una doble vía y casi al mismo tiempo construir otra segunda vía que unirá a Caracollo con Colomi, segunda sección municipal de la provincia Chapare, ubicada a 55 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.

La actitud conformista y nomeimportismo de las autoridades departamentales y municipales que están empeñadas en construir canchas y centros comunales; reasfaltar calles y cambiar aceras, nos dejan en desventaja porque no aprovechamos la privilegiada ubicación geográfica que tenemos y al parecer estamos esperando primero que concluyan la vía Oruro-Pisiga para recién asumir una posición…. Cuando eso ocurra, sólo tendremos que ver pasar los camiones cargados de contrabando.

Una muestra evidente de ese accionar negligente y hasta mezquino se advierte en los trabajos que realizaron de “forma conjunta” la Gobernación y el Municipio, para el “mantenimiento” de los principales ingresos a la ciudad de Oruro, vale decir en la Circunvalación y las avenidas de directa vinculación, donde utilizando losetas en medio del pavimento, sus técnicos crearon una suerte de dificultades que motiva la mofa de los conductores, quienes piden que pase por esa vía el Dakar para aprovechar ese jardín de obstáculos.

La construcción de la Doble Vía a La Paz concluirá el 2015 y la nueva ruta en doble vía a Cochabamba el 2016, por lo que el tiempo apremia para construir en Oruro terminales de carga, silos y establecer áreas de equipamiento para asistir a los viajeros que con seguridad serán en gran número, tomando en cuenta además que existe la urgente necesidad de poner en marcha el primer corredor bioceánico que debe pasar necesariamente por Oruro, como región natural de integración nacional.

De pronto la ciudad de Oruro es privilegiada por su estratégica ubicación geográfica, situación que anhelan tener otras regiones del país, pero sin motivar eso un cambio de actitud de las autoridades, quienes deberían ser las primeras interesadas en conseguir el mayor beneficio para la población, mientras seguimos esperando que llegue alguien y nos diga qué tenemos que hacer para poder planificar nuestros crecimiento y desarrollo.

La puesta en marcha del primer corredor interoceánico debería darse cuanto antes para arrancar con el gran comercio y el intercambio de servicio a nivel mundial, uniendo el Brasil con el Asia y viceversa, asumiendo una actitud agresiva, con decisión y la determinación de ser a corto plazo los administradores del Altiplano Marítimo Central, como alternativa del futuro desarrollo de la región occidental del país para lograr una equilibrio con el oriente boliviano.

La determinación es cuestión de visión política de nuestras autoridades, no de la tradicional política partidaria, sino de una decisión que permita diseñar, realizar y ejecutar proyectos que conviertan a Oruro en el mayor polo de desarrollo del país y el sitio por excelencia de vinculación vial, férrea y área para administrar, controlar y manejar el gran comercio internacional, sin tener que depender de burocráticos servicios de países vecinos y más bien tener el control pleno sobre el movimiento de cargas, embarque y desembarque que realizan en los puertos del Pacífico, en directo vínculo Chile y Perú.

No asumir esa actitud ahora, será dejar postergada por siempre una estrategia de desarrollo y crecimiento expectante de Oruro para ser la región líder de integración, servicios y el comercio internacional. Ojalá nuestras autoridades razonen y asuman una actitud positiva, antes que buscar paliativos para nuestro atraso y postergación, así no sólo seremos el eje de la doble vía a La Paz y Cochabamba, sino el eje de integración interoceánico Pacífico-Atlántico.

(*) Periodista

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