El psicólogo responde

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Licenciada, tengo una preocupación: cuando estoy con mi chica no sé cómo comportarme, nos besamos intensamente, no podemos apartar nuestras manos y terminamos muy excitados. Recién me he graduado.

Es intenso, pero tenemos nuestras razones para evitar seguir adelante. Ambos asistimos a nuestras iglesias y si llegara a pasar algo habría un gran escándalo. Sin embargo en el fondo no queremos dejar de estar juntos.

¿Qué hacemos?

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Querido Amigo:

Si tú y tu pareja quieren estar juntos y prevalecen los valores y principios que rigen en su comunidad religiosa, es importante que se conozcan. No solamente en el plano sexual, sino también en todos los ámbitos.

Explorar y experimentar abiertamente con sus cuerpos les ayuda a reconocer sus emociones y sentimientos uno con respecto del otro, algo que es muy natural y típico de los jóvenes, satisfaciendo su curiosidad.

Sin embargo, cada persona debe conocer los límites de sus acciones y las consecuencias de sus decisiones.

El problema no sólo sería su edad para ser padres, sino el hecho de adquirir una responsabilidad de educar, criar a un niño.

Ahora, si los dos creen estar lo suficientemente preparados para dar el siguiente paso, asuman la responsabilidad de las consecuencias que esto podría tener.

Si lo que prevalece es el amor más que la atracción y si tienen claras sus convicciones religiosas, determinando la decisión de continuar o no, entonces puede ser momento de oficializar su unión con la aprobación de sus familiares y comunidad.

Pero si sólo es mera atracción de querer satisfacer su deseo y placer, simplemente por la experiencia sexual. La sugerencia es que se den cuenta de la diferencia y la importancia que las relaciones sexuales conllevan.

Si persiste la inquietud, consulten con un profesional para que los oriente.

Fuente: LA PATRIA