La sala de juegos de los hijos del Barón del Estaño

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Hoy nos toca conocer la sala de juegos de la Casa “Simón I. Patiño”, un espacio que permite el encuentro con los juguetes de los hijos del Barón del Estaño. Este ambiente es una de las salas del Museo “Simón I. Patiño” que se encuentra en la Casa de la Cultura dependiente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

Su guía, Ángel Araníbar, nos condujo por este pedacito de la historia de la casa, para que conozcamos un poco más de su vida. Ni bien uno ingresa a esta sala se puede sentir el cambio de temperatura, es más cálida que en las otras habitaciones debido a los ventanales que se tiene y que permite la entrada constante del sol.

Entre los juegos más importantes de la sala se observa dos mesas de billar, que fueron las primeras que llegaron a Bolivia desde Francia. Una es pequeña y la otra de mayor tamaño, que tienen dos troneras con varios casilleros, que era utilizada por tres personas e incluía un marcador. Al lado está un porta tacos, tipo caballete que servía para colocar los tacos.

En un extremo de la sala está a escala un kiosco que se encuentra en la Plaza de Uncía y aquel adorno servía para colocar las llaves de la casa. En los alrededores están pequeñas estatuillas de yeso metálico.

A otro costado un estante y al lado un columpio fabricado de pino extranjero. Asimismo, se divisa un juego de palitroque o boliche, desmontable para sacar al patio, hecho en madera pino extranjero, con un marcador incluido en alemán. Al medio de sala está el sube y baja, que a su vez servía de carrusel para la distracción de los niños. También se observa tres columpios pequeños para las muñecas de las hijas de Patiño, así como una mecedora que eran utilizadas por Elena y Graciela.

Más atrás se destaca un juego de sillitas y silloncitos, así como una casa de muñecas. Al fondo de la habitación en el sector Este está una vitrina, en cuyo interior están los juguetes que se utilizaban en esa época, como los peluches, un piano, colchoncitos, muñecas de porcelana, juegos de té, una pequeña cocina y una caja musical que dura diez minutos el sonido de la melodía activada por cuerda, todos estos juguetes fueron importados de Alemania. En la parte superior, se divisan las máscaras del juego de esgrima que tenían los varones, Antenor y René.

Un espacio diferente, que sin duda alguna es aprovechado visualmente por los visitantes en la casa del Barón del Estaño.

Fuente: LA PATRIA