La interpelación interpuesta por diputados opositores al Ministro Romero, terminó como termina todo acto proselitista del MAS, pues el susodicho cumplió a cabalidad instrucciones superiores de echar lodo, exageraciones, mofas y risas a los interpelantes en un clarísimo tono de campaña electoral. Por ello los aplausos y vítores de la bancada y la barra oficialistas cerraron el patético acto.
TIEMPOS CIBERNÉTICOS
Debería estar informado el ministro Romero sobre la característica abierta y pública que tienen aquellos instrumentos comunicacionales como el Facebook. Twitter. Blogger. etc. en el Internet. Entonces resulta chocante que haya atacado en tono irónico y mordaz a Rebeca Delgado repitiendo hasta el cansancio: "sus amigos del twitter" pero, además, con evidente mala intención mostraba imágenes del pasado relativas a Eduardo Rosza y compañía, tratando de mostrar a la diputada disidente como cómplice directa de aquellos.
De la misma forma atacó a la diputada Piérola mostrando conexiones vía Internet y arguyendo con tono de escandalizado que la diputada haya recibido solidaridad y apoyo económico de instituciones extranjeras.
Esto último debe verse como algo normal, así como hemos recibido la ayuda económica venezolana en tiempos de Chávez o la ayuda médica cubana pero, además, en el mundo todavía polarizado en que nos gusta vivir (pese a la desaparición de la URSS y el bloque comunista) si la izquierda tiene sus ayudas solidarias, ¿por qué no la va a tener la derecha? He ahí la pregunta.
LAS PREGUNTAS DEL MILLÓN
Resulta curiosa la manera en que ahora, no solo el ministro, sino todo el MAS se estrella contra la diputada Rebeca Delgado. Resulta que el ministro trata de vincularla a la fuerza con el separatismo cruceño sin ponerse a pensar que fueron ellos, los del gobierno, quienes la hicieron diputada y que fue compañera de ellos antes de ponerse a pensar libremente. Si doña Rebeca es tan "maligna", ¿por qué la tuvieron en su partido y la hicieron diputada?
Ahora, si la diputada se hubiese mantenido sin pensar libremente y disciplinadamente calladita, el ministro Romero ¿habría vertido la sarta de cosas que dijo en la interpelación? Claro que no.
Respecto a los extorsionadores como Villegas y Rodas el ministro se echó flores diciendo que él los envió a Palmasola. Seguro que sí, pero se olvidó de agradecer a Ostreicher, sin cuyas denuncias aquellos hombres seguirían extorsionando, ¿Cuántos casos similares habrá en el Gobierno?, seguro que varios, pero mientras no haya la denuncia y mientras no se descubra nada, ¿callados nomás?
TRISTE CANAL
La interpelación tuvo su cereza con la actuación del canal estatal que- obviamente, le dio cobertura amplísima al ministro, enfocándolo permanentemente hasta caer en la monotonía visual. No se notaba otras cámaras que enfocaran al hemiciclo, peor a las y los diputados opositores, ni siquiera para advertir qué gestos o miradas habrán hecho mientras peroraba el ministro.
Terminada la exposición del interpelado (por supuesto, sin límite de tiempo, al estilo mexicano), se alcanzó a escuchar la voz del vicepresidente que anunciaba a los interpelantes que tenían 15 minutos, cada cual, para responder. Entonces la transmisión de Bolivia TV terminó, y listo.
¿Dónde queda el slogan del canal? Aquello de "Donde hay un Boliviano. Bolivia TV", debería valer para todas y todos. Pero, me queda la sensación de que los interpelantes Rebeca Delgado, Fabián Yaksic y compañía, perdieron la bolivianidad al habérseles negado la posibilidad de ser vistos y escuchados por el país. Juzgue usted amiga y amigo lector y atrévase a ser una boliviana y boliviano digno en octubre.
(*) Comunicador Social
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