Jueves 15 de mayo de 2014
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Winston S. Churchill, el gran dirigente del pueblo británico, decía que “el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. En la misma línea, luego de más de siete décadas, el neurólogo argentino Facundo Manes coincide: “La miopía del futuro es uno de los conceptos más acertados para pensar un país. El lóbulo frontal es lo que nos diferencia de otras especies, ya que es el área del cerebro clave para pensar el futuro. Es importante para la toma de decisiones, para la planificación y para mirar el largo plazo”. Obviamente se refiere a una forma de ‘inmediatismo’ que es una rémora para el progreso de los pueblos.
Este inmediatismo es un mal que se extiende. El analista Iván Arias advierte: “Yo creo que Tarija, como varias regiones del país, sufre las consecuencias del inmediatismo y del populismo. Es decir, se hacen obras que la gente aplaude, que se terminan inmediatamente, que se ven, pero no se resuelve lo que se necesita realmente ni se piensa a largo plazo ni se planifica” (Iván Arias. Inmediatismo, populismo y problemas de coordinación. El Deber, Santa Cruz, 13.04.2014). Esto sugiere que la miopía no solamente adormece al poder central e incide negativamente en el buen manejo de un Estado, sino que también llega a las partes, o sea, a los gobiernos locales.