La vigencia de este sistema de tributación para un enorme contingente de comerciantes minoristas afiliados a las organizaciones de gremiales, resulta una manera de pagar impuestos, pero en mínima proporción y en abierta contradicción con el manejo de ciertos montos de capitales, registrados por el Servicio de Impuestos Nacionales SIN, pero que no reflejan la realidad de un comercio que crece de manera impresionante y con importantes inversiones.
Lo que él SIN busca es agrupar a la mayor cantidad de comerciantes pero en el Régimen General, toda vez que el comercio que se practica y se observa tiene un movimiento económico que está muy por encima de los topes asignados al Régimen Tributario Simplificado (RTS).
En pasados días el sector de los gremiales se ha movilizado pacíficamente con centenares de sus afiliados, solicitando la actualización del RTS, que por una disposición transitoria pero vigente señala ajustes en función a variantes que puedan producirse en la cotización del dólar y alteren el valor de los capitales en giro.
Como quiera que en el país hace tiempo que se mantiene inalterable la cotización del dólar, según las autoridades del ramo tributario no corresponde ninguna modificación en lo que representan los topes del RTS, que permite a sus afiliados un pago de impuestos moderados en función a las utilidades que generan los capitales en juego que por una parte son de hasta 12 mil bolivianos para comerciantes realmente minoristas, y de 37.000 para aquellos otros que pagan poco pero manejan cierto volumen de mercadería variada, aunque no emiten facturas.
Los dirigentes gremiales en sus recientes movilizaciones han planteado subir el RTS de 37 a 70.000 bolivianos, aspecto que justifican señalando que para el caso de algunos artesanos, por ejemplo, al tener cierto tipo de máquinas o equipos puede distorsionar su verdadera realidad productiva y el derecho al pago de los impuestos.
El hecho contundente es que tras una operación de inteligencia realizada por personal especializado del SIN, se ha detectado más de un millar de “grandes contribuyentes” camuflados en el Régimen Simplificado, cuando deberían estar tributando como lo hacen los del Régimen General. En realidad esta situación, está claramente tipificada como evasión impositiva.
El otro aspecto que se maneja entre los gremiales, es la denuncia de abusos que cometen agentes aduaneros que decomisan la mercadería de los pequeños contribuyentes, los que también piden la anulación de aduanillas que sólo sirven para efectuar cobros exagerados por el paso de productos que los minoristas adquieren – sin factura - de los mayoristas, esos que en realidad tendrían que facturar por el manejo de elevados capitales.
Los gremiales anuncian movilizaciones si no se atienden sus demandas, las que ya han sido calificadas de exageradas y además vulneran acuerdos que fueron aprobados en septiembre del año pasado y que abría la posibilidad para que por lo menos 200 mil gremiales se registren en el Régimen Simplificado, demostrando que sus capitales se ajustan a la escala vigente con un tope de 37.000 bolivianos. Se dice que a la fecha no hay un incremento sustancial de registro de comerciantes realmente minoristas, pero sí de mayoristas que mueven grandes capitales manejando mercadería suntuaria, línea blanca, modernos equipos de TV, computadoras o grandes cantidades de celulares de última generación y que tributan en el RTS.
Corre un tiempo y se espera que las autoridades de gobierno en el área económica del país y el caso de las entidades recaudadoras de impuestos como el SIN y la Aduana, establezcan las mejores condiciones para regularizar el sistema tributario nacional sin evasores y sin beneficiarios de regímenes impositivos irreales.
Fuente: LA PATRIA
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