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Domingo 14 de febrero de 2010

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Revista Dominical

Son envidiados por propios y extraños

Creaciones de lujo con los bordadores de arte nativo

14 feb 2010

Fuente: LA PATRIA

Sus diseños siempre serán imitados, pero jamás serán igualados porque tienen una magia que sólo está en la Obra Maestra de la Humanidad • Por: Dehymar J. Antezana A.

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El Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad tiene varias particularidades que hacen rica en esencia de una expresión cultural sin precedentes, envidiada en todo el mundo y más porque quienes habitan este país.

Una de esas particularidades está en la confección de trajes, fabricación de botas y calzados, además de máscaras, caretas de las distintas 18 especialidades de danza de la Obra Maestra.

Son vestimentas consideradas como verdaderas obras de arte cuya data es desde hace más de dos siglos. Si bien no se tiene un referente al respecto, pero las primeras apariciones de los artesanos se inician con la aparición de los diablos de Oruro, con diseños y significados enmarcados en la mitología del Carnaval de Oruro, como son las cuatro plagas que invadieron al pueblo de los Urus.

Cuenta la leyenda que el semidios Huari quiso sojuzgar a dicho pueblo, pero como los Urus no quisieron someterse al ser infernal, envió desde los cuatro puntos cardinales a las plagas, hormigas por el Sur y el Este, un sapo gigante por el Norte, un lagarto grotesco por el Este y una víbora voraz por el Oeste.

Ante ese hecho, los Urus invocaron a la Ñusta que un día les pidió que siempre mantengan los valores de unión, trabajo y respeto entre ellos. Es así que ante las súplicas apareció la misteriosa mujer desde el firmamento y con su espada la víbora fue convertida en roca y partida en pedazos, a las hormigas las convirtió en arena, al sapo lo petrificó al igual que al lagarto.

Esa mitología es empleada en los trajes y caretas, principalmente de diablo y moreno, pero también es utilizada en otras danzas, como los caporales, negritos y otros.

Esa tradición desde hace mucho tiempo atrás fue pasando de generación en generación y ahora está muy arraigada en nuestros bordadores, artesanos, careteros, boticeros ubicados en la calle La Paz de la ciudad de Oruro. Este lugar es conocido también como la “cuna del arte”, precisamente por los hermosos trajes del Carnaval de Oruro que se confeccionan.

Ellos al igual que los danzarines tienen una fe ciega a la Patrona de los mineros, a la Virgen del Socavón que una vez salvó al pueblo Uru de las plagas de Huari y su trabajo lo dedican con mucho amor a su Patrona.

En el caso de Oruro, el tema del bordado se inicia cuando aparecen los primeros danzarines de condición minera, que confeccionaban su propia ropa, que por cierto era original y muy apreciada por quienes apreciaban esta actividad, devotos de la Virgen del Socavón.

Ese hecho motivó para que de a poco vayan surgiendo los primeros bordadores, quienes a través de la imaginación y la habilidad en las manos fueron ofreciendo a los danzarines una diversidad de diseños, formas y colores, que se consolidaría más tarde en agrupar a los bordadores en una institución.

Una de las características principales en los primeros trajes del Carnaval, tanto de diablos, morenos y caporales eran las formas geométricas que tenían y el bordado de flores.

A fines del siglo XIX surge la imagen de una de las primeras bordadoras de la calle La Paz , ella es doña Juana Canchari de Flores, quien a lo largo de los años dejaría su legado a sus hijos y sobrinos que actualmente tienen sus talleres en la calle del arte. Aunque también se manifiesta que ella aprendió el arte de esa actividad de Marcos Correa.

BORDADOS

El estilo que tienen es único, todos los trabajos se hacen a mano, principalmente el bordado. Cada artesano tiene su propio diseño a través de la imaginación que tienen para crear sus trabajos. Algunos guardan celosamente su secreto o las técnicas aprendidas con el paso del tiempo.

Otros inventaron sus propias herramientas para encontrar las formas más rápidas para terminar la confección de la vestimenta que será utilizada por miles y miles de danzarines, principalmente, durante la entrada del Sábado de Peregrinación en Honor a la Virgen del Socavón.

Debido al crecimiento de la actividad artesanal, varios de ellos se vieron obligados a instalar sus talleres en lugares alejados de la calle de las artes o La Paz, porque el espacio quedó reducido o los alquileres resultaron ser muy elevados en esa calle.

Es así, que ahora están diseminados por toda la ciudad, cada uno guardando el talento innato que llevan desde que nacieron. Cuentan muchos de ellos, que cuando eran niños, debían en principio, ayudar a sus padres a preparar el material respectivo para hacer todas esas obras de arte.

“Cuando era niño, mi papá me obligaba a que esté a su lado con la finalidad de que vea y aprenda mientras le ayudaba a pasarle las herramientas que necesitaba para hacer las caretas”, dijo un miembro de la familia Cruz.

Similar situación vivieron las otras generaciones de bordadores, artesanos, careteros y boticeros.

BORDADORES

Si bien todos tienen labores sacrificadas, cada rubro tiene su propia característica, como los bordadores. Un ejemplo claro de ello, son los bordados de Milton Belzu quien a través de los años ha llegado a perfeccionar sus diseños y modelos, siendo muy requeridos para la época del Carnaval de Oruro.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la experiencia le ha enseñado que sus trabajos deben ser terminados con antelación, para no sufrir las últimas semanas, las trasnochadas.

Belzu afirmó que para ser bordador, uno debe nacer con el don de ser artesano.

“Ese don tengo para crear los dibujos, con las plagas, las cuatro plagas de la mitología del Carnaval de Oruro”, aseguró.

Para el Carnaval 2010, los contratos de la ropa se cerraron entre agosto a noviembre del pasado año, los danzarines de varios conjuntos folklóricos encomendaron que los bordadores como el caso de Belzu se hagan con anticipación, para ello, se prepara la materia prima, como cartón, hilo Milán, apliques, lana, cintas, piedras, lentejuelas y otros materiales que son conjuncionados por los artistas en las mesas bastidores.

El bordado es a mano, el armado de los trajes también es a mano, lo único que necesitan es su habilidad, para que una vez terminados los trajes, sean admirados en el Carnaval más grande del mundo, como es el Carnaval de Oruro.

CARETEROS

De la misma manera sucede con los careteros, muchos de una tradición que pasó de generación en generación y otros que aparecieron con nuevos estilos y con materiales que aliviaron el peso de las máscaras y caretas, como don Oscar Valencia y Familia, que perfeccionaron su arte en la fibra de vidrio.

“La fibra de vidrio es una de las más requeridas ahora, por la comodidad en el peso, porque es bastante liviano. Antes se hacía en yeso y era bastante pesada y ahora es bastante liviano”, explicó.

La fibra de vidrio es un material plástico, aunque es un poco peligroso en su estado bruto, al final se amolda tan perfectamente que se forman figuras inimaginables que cautivan al público local, nacional y extranjero.

Por ejemplo, para este año, don Oscar Valencia del taller El Diablito, recibió los contratos en forma antelada, de manera que a partir de octubre del 2009 comenzaron con la elaboración de las caretas y máscaras para todas las diabladas que participan en el Carnaval de Oruro, como la Gran Tradicional Auténtica Diablada Oruro, la Fraternidad Artística y Cultural La Diablada, la Diablada Oruro, la Diablada Ferroviaria y la Diablada Artística Urus.

En el caso de este último conjunto, don Oscar elaboró caretas para tres bloques de luciferes, caretas diseñadas con motivos de la mitología del Carnaval de Oruro y con decorados que representan la celebración de las Bodas de Oro de los diablos del buzo celeste que se recordará el próximo 30 de marzo.

BOTICEROS

El ruido de las máquinas de coser, el olor a clefa, goma y cuero, es la característica principal de los talleres denominados boticerías, que se encuentran en la calle La Paz, pero, como dijimos en párrafos anteriores, también se diseminaron por varios sectores de la ciudad.

Uno de ellos es el taller de don Bernardino Huanaco Fulguera conocido como “Don Berno” con 35 años de experiencia en la fabricación de botas de todas las especialidades de danza del Carnaval de Oruro.

Colocarse una bota de diablo, confeccionada por este boticero, es como si se estuviera cubierto por algodón, ya que al pisar se siente tal suavidad, que bailar es todo un placer.

Don Berno está dedicado a esta actividad por años y su talento innato ha hecho que se gane el aprecio de cientos de danzarines que requieren su servicio, pese a que su taller está en las faldas del cerro Santa Bárbara, pero esa ubicación no es un óbice para que sus trabajos sean cotizados.

Es así que hemos conocido por lo menos una muestra del trabajo sacrificado que representa ser un bordador, un artesano, un cartero o boticero, pero lo más importante, es que ellos también se convierten en una parte esencial de lo que es el Carnaval de Oruro, ellos también hacen a la Obra Maestra con vestimenta que es codiciada por propios y extraños, y admirada durante la entrada del Sábado de Peregrinación en honor a la Virgen del Socavón.

Fuente: LA PATRIA
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