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Sábado 03 de mayo de 2014

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Revista Tu Espacio

Conociendo la Casa de Simón I. Patiño

Instrumentos centenarios son los bastiones del Gran Salón

03 may 2014

Por: Dehymar Antezana – Exclusivo para Tu espacio - Periodista

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Estamos convencidos que visitar la casa de Simón I. Patiño definitivamente depara muchas sorpresas y nos encontramos con objetos que tienen un valor incalculable y no precisamente porque hayan sido importados de Europa, sino que estos instrumentos tienen más de un centenario de vida, que se encuentra en el Gran Salón que es el ambiente más importante del lugar y donde la familia del “barón del estaño” realizaba sus acontecimientos privados.

Nuestro guía, Ángel Arancibia, nos explicó que en el techo se destacan los frescos integrados por ángeles que hacían arte, a su vez están decorados con molduras.

La característica principal de la sala, son los instrumentos importados de Alemania y Francia, entre lo que destacan un piano de 150 años de data, enchapado en marquetería de bronce y nácar, el taburete tiene garras de león y acompaña un candelabro, que es parte del decorado. También hay otro piano, clásico cuya procedencia es Hamburgo-Alemania.

En las esquinas de la sala, están dos banjos, instrumentos parecidos a la mandolina traídos desde los Estados Unidos. Por otro lado, se advierte una colección de discos de música clásica de los grandes maestros, Beethoven, Mozart, Schumman, entre otros, así como discos del folklore nacional. Los discos eran escuchados en la vitrola o gramófono que sienta presencia en el salón y cuya existencia supera los 100 años, fabricado en RCA-Víctor.

Con 120 años de vida, está una pianola u órgano que fue importado de Alemania. Asimismo, aunque parezca difícil creerlo en la sala está un violonchelo “Stradivarius” original, procedente de Italia.

Pero, el aparato instrumental más valioso del Gran Salón es un orquestón de 120 años de antigüedad, también importado de Alemania. Es como una rockola que funciona con una moneda, tiene un motor que activa todos los instrumentos, como el tambor, el platillo chino, la marimba y otros.

Respecto a los muebles se observa un juego de sillas de orquesta de cámara, que están bañadas en pan de oro, mientras que en los espaldares de estas sillas están las arpas. Las mesas están enchapadas en láminas de bronce y nácar en alta moldura al estilo de Luis XVI. Dos estufas daban calor al salón, una de fabricación china que funcionaba a leña y otra utilizada para el invierno con revestimiento de mármol, la puerta de bronce y el interior de hierro.

La araña que cuelga al centro de la sala está hecha de cristal de roca con focos de vela y la estructura bañada en oro. No podían faltar los retratos de Simón Patiño y su esposa. Es un ambiente digno de admirar por la riqueza cultural que encierra dicho lugar.

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