Lunes 28 de abril de 2014
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Los cuerpos musculados marcan tendencia. Deportistas y modelos copan los enormes paneles de anuncios mientras muestran sus cuerpos. El resultado ha sido el aumento del número de personas que acuden a los gimnasios. Tienen la idea de que en unas pocas semanas habrán conseguido ese cuerpo perfecto. Los propietarios aprovechan esa idea para aplicar métodos de entrenamiento que prometen lo imposible.
Uno de esos métodos es el Spinning. Consiste en ejercicios muy intensos sobre una bici estática. La intensidad que exige no se adapta a todas las personas, por lo que algunos acaban desmayados o con bajadas de tensión. Otro de los métodos es el Cross Fit. Este modelo era un entrenamiento para policías. En este caso se trata de ejercicios anaeróbicos de muchas repeticiones y poco descanso. También puede suponer problemas de salud para personas que no estén preparadas. La práctica de estos ejercicios a ese nivel de intensidad suele ir acompañada del consumo de productos quema grasas, que aumentan el volumen o que definen los músculos. En ocasiones funcionan más como placebos al hacer creer que se cumple el efecto y motiva a realizar más ejercicio. Los gimnasios ganan grandes cantidades de dinero a costa de estos “entrenamientos milagro” sin atender a las necesidades reales de las personas. No todos los cuerpos son iguales, ni están igual de preparados para cualquier entrenamiento. Sin tener esto en cuenta, llega la frustración ante el incumplimiento de objetivos y el surgimiento de lesiones.