Domingo 27 de abril de 2014
ver hoy
Al niño que regresa de las vacaciones, la casa le resulta nueva, fresca, festiva. Pero nada ha cambiado en ella desde que la abandonó. El solo hecho de olvidar las obligaciones que le recuerdan cada mueble, cada ventana, cada lámpara, devuelve a éstos su paz sabática, y por unos minutos se halla tan en concordia con las estancias, habitaciones y pasillos de la casa como a lo largo de toda la vida le afirmará la mentira. Acaso no de otro modo aparezca el mundo –casi sin cambio alguno–, a la perpetua luz de su festividad, cuando ya no esté bajo la ley del trabajo, y al que regrese a casa le resulten las obligaciones tan fáciles como el juego en las vacaciones.
Theodor Adorno. Filósofo alemán, 1903 - 1969