Bolivia de conformidad con su Constitución debe practicar en toda circunstancia, una política independiente de los bloques militares. Ella exige que se ponga fin a privilegios que existen dentro de las FF.AA. Así demuestra ampliamente la ciudad de La Paz cuando aprueba y aplaude la marcha de protesta de sargentos y suboficiales.
Las reacciones suscitadas
Existe una exigencia de descolonización planteada por suboficiales y sargentos de las FF.AA., con apoyo mayoritario de la población. Las respuestas y preparativos son duras, simple y llanamente. Entre ellas se destacan: la baja inmediata de 702 militares del Ejército. Al respecto, el Presidente Evo Morales Ayma, reafirma la disciplina militar y no quiere saber de crear una Guardia Nacional. Consecuentemente, se impiden que los uniformados salgan a protestar. Se pone en marcha a la Fiscalía General del Estado para evitar que la marcha provoque “actos delincuenciales”. Más el día lunes 28… ¡¡ ¿Qué sucederá?!!... Samuel Coarite –dirigente de los ponchos rojos- quedaría solo?...Todavía, el gobierno puede pensar así en toda la orquestación inútil que hace hasta el presente.
Una realidad diferente
Es la sociedad la que mueve al país. Es La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y muchos otros departamentos, sin distinción de credos o de razas, que constituyen un solo corazón. Y somos bolivianos porque nuestros corazones palpitan a cada instante, enfrente de lo que acontece. Para evitar que la gente camine por las calles de La Paz, formados correctamente y entonando himnos, en otras con manifestaciones ruidosas (Caso del Magisterio, de los Mineros), falla el trabajo del gobierno.
Entre otros desatinos, creer que “si no hay doctrina del pueblo, no hay Fuerzas Armadas” es otra frase aprendida de memoria. Dado que, la realidad es diferente: Vivimos en un Pluralismo que es una consecuencia de la contingencia de la Idea de Derecho, que no puede ser evitada porque las inclinaciones y los intereses materiales de los bolivianos no convergen en una Sola y Única representación. De momento para lograr esta Comprensión, tal vez haga falta que don Samuel Coarite, con su tremendo “chimborno” en mano, ponga orden a las cosas y La Paz como nuestra legítima representante -una vez más- nos dé la razón. La imagen de lo objetivo suscita una energía tendente a concretizar la acción y lo que es mejor, da lugar a la constitución de otro Poder. ¡¡Atención!! a las protestas sucesivas…
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