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Sábado 26 de abril de 2014

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Revista Tu Espacio

Conociendo la Casa de Simón I. Patiño

La sala de fumar un espacio de libertad y negocios

26 abr 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Dehymar Antezana – Exclusivo para Tu espacio - Periodista

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Quién no quisiera tener una casa como la que tuvo en su momento Simón I. Patiño, destinada cada habitación para un fin específico. Él se dio el lujo por la oportunidad económica que tuvo, por ello, encontramos en ese recorrido una sala que la consideramos especial, denominada por el “barón del estaño” como la sala de fumar.

Aquel lugar connota libertad, porque mediante los puros o cigarrillos, se podía hacer volar la mente para planificar futuras operaciones bursátiles o tomar decisiones de acuerdo a lo meditado. También este sitio sirvió para la reunión de sus socios y el pago de divisas, como nos comentó el guía del Museo Patiño, Ángel Arancibia.

La sala de fumar era un ambiente exclusivo para los adultos, con juegos de mesa para la sociedad de Patiño. En el techo se observan frescos elaborados por artesanos bolivianos y franceses, que reflejan a dos doncellas fumando y golondrinas volando. Las molduras son hojas de canto de Grecia bañadas en pan de oro y una araña al centro de la sala hecha en bronce con rostros de león en los cuatro costados.

El empapelado es rojizo que da juego con las cortinas persas bordadas y con forro, así como la alfombra que también es persa. La mesa de reuniones está acompañada de sillas forradas con cuero alemán, así como un juego de sofá importado del mismo país. Los adornos de la mesa son estatuillas hechas en metal blanco, plata y una bombonera fabricada en cristal de roca.

Los cuadros decorativos son franceses, pero destaca en una de las paredes un medallón de porcelana que refleja la guerra de las cruzadas. El elemento más valioso de la sala es un reloj que tiene una edad aproximada de 150 años, importado de Alemania. El péndulo está bañado en pan de oro y dicho objeto aún marca las horas como lo hacía en ese tiempo. Se escuchan campanadas fantasmales cada hora.

También se observa la presencia de un porta cenicero con su guillotina que era utilizada para cortar los tabacos, acompañado de un encendedor. No podían faltar los retratos de doña Albina y Simón Patiño. Las puertas y los vidrios esmerilados con las iniciales del “barón del estaño” fueron hechas en Chile en la Casa Maldini de Valparaíso.

Fuente: LA PATRIA
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