Militares en conflicto, organización sin disciplina
25 abr 2014
Por: Edgar Jorge Rodríguez Alánez
Nadie de los reclutas tomados en las batidas que realizamos en la década del 80 había respondido como el ñángara venezolano (guerrillero), este prometía a un oficial de las fuerzas armadas (FF.AA.) que se enrrolaría al ejército a servir a la patria, lo que calló es que las fuerzas armadas serían las de liberación (FAL). Las fuerzas armadas bolivianas tienen una contradicción en las mismas consignas que se gritan, patria o muerte tiene una organización diferente a la de subordinación y constancia, los escribidores y asesores del Gobierno saben de ello o quizá simplemente no es la revolución su compromiso, una revolución que se ha perdido.
Gritar patria o muerte no es una consigna que vaya con lo que es el ejército de Bolivia, un ejército que ha nacido deliberando, que ha vivido deliberando, que seguirá deliberando. No es noticia el racismo que existe, no es noticia las castas y la autocracia, no es noticia los mismos vicios de una administración gubernamental que fomenta los privilegios, los negocios como forma de paliar las necesidades de los que conforman el gobierno, no puede ser noticia que subordinación y constancia sea anacrónica.
Los militares vuelven a los cuarteles, las milicias obreras y campesinas son disueltas, las armas y su organización son apenas un recuerdo, recuerdo amargo en los siguientes cincuenta años después del 52, los mismos militares y su doctrina es la que pervive hasta hoy.
Los militares deliberaban desde siempre, desde que existieron como militares, la política hecha arma. En los cuarteles los apéndices de la jerarquía militar se extiende a sus esposas, el milico podía ser arrestado si acaso su mujer no asistía a cursos o actividades que organizaban las mujeres de los generales. Los oficiales ordenaban a los sargentos/suboficiales, estos eran los que obligaban a los soldados a realizar su tarea de soldados y de disparar en la primera línea.
La disciplina proviene de la esencia y la misión de cualquier organización, los ferrocarriles tenían uniforme militar en Inglaterra no por gusto, sino porque la puntualidad y las órdenes debían cumplirse. La jerarquía militar se ha extendido, se lleva en cualquier empresa o proyecto civil, pero su disciplina proviene de la organización misma, si la organización es pésima se reflejará en la indisciplina, por lo mismo no es la jerarquía a rajatabla de donde proviene la disciplina. Los teóricos marxistas-leninistas, de Lenin hasta hoy, enseñan que los militares y los soldados no sólo deben deliberar, a estos se debe incentivar la conformación de entes donde el debate contraiga un nuevo ejército, no se requiere abundar de los diferentes escritos realizados en la revolución de octubre y la conformación del ejército ruso después de octubre, o la que proviene de China desde sus inicios. La literatura de la parte occidental en más o menos los mismos cánones también hablan de lo mismo.
El Che enseñaba que el ejército en su estructura y su superestructura son y deben ser entes deliberantes para entrar en la acción liberadora. Quizá el partido comunista no entendió ello por eso disputaron el poder de acción al Che cuando actuó en Bolivia. El discurso ha calado en los sargentos y suboficiales no porque los discursos los diga el gobernante actual, sino porque el cruzar de una orilla a otra orilla se ha hecho un abismo, abismo que enfrente no tiene orilla.
Siendo soldado hicimos una representación en el estadium, se asaltaba un campamento de rojos, cholas con guantes de box y tenis, barbudos melenudos con vinchas rojas y guitarras eléctricas, soldados sin arreglo personal y campesinos borrachos eran derrotados por soldados con cascos y armas superiores, probablemente ahora las representaciones no sean las mismas o quizá en la representación que hacen, subsisten los mismos enemigos de la patria y entre ellos aquellos que son de baja graduación.
Las descalificaciones que van en el orden personal son piedras que se ponen a la muchedumbre para apedrear a quienes en este momento se encuentran en conflicto. ¿El presidente podrá arrojar la primera piedra en cuanto a irresponsabilidad paternal? Sus actos también lo condenan.
El conflicto no se desactivará por simple desapercibimiento de la prensa o la exacerbación morbosa de la misma, la lucha ya no es sólo porque la hija no sea la empleada de una casa de la zona Sur, la nueva burguesía lleva pollera y poncho, tomaron como propietarios casas de la zona Sur. Quizá la lucha sea para que los sargentos y suboficiales no disparen a la muchedumbre, al pueblo.
La constitución indica el camino de fuerzas armadas profesionales, los soldados pueden aspirar a generales, probablemente las barras y las estrellas no se las gane como Melgarejo en guerras internacionales y/o en revueltas nacionales. Quizá puedan ganarse sabiéndose buen/mejor soldado, sabiéndose estudiante universitario, sabiéndose instructor, sabiéndose planificador y finalmente estratega de la nueva/vieja "nación".
Los jóvenes que ingresen a los cuarteles para ser soldados o para estudiar de milicos, ojalá no vean en esos cuarteles al mismo anacrónico ejército, quizá tengan la "suerte" que en esos cuarteles las fuerzas armadas, sino liberadoras y revolucionarías, sean fuerzas armadas que cumplan con el papel no sólo de ser el sostén y brazo persuasivo/coercitivo del Estado, sino de hacer que el abismo que no tiene orilla al menos sea divisado como esperanza.
PD.- Ñángara guerrillero, ñángara comandante, en Nicaragua volvió hablar con la muerte, los contrarrevolucionarios buscaron la bala que lo llevó al panteón donde perviven los ñangaras.
ejrodal@gmail.com; ejrodal1@yahoo.es
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