Primero utilizar áreas de sembradío y luego recuperar la cosecha de quinua, es una de las causas que enfrenta a pobladores y productores del grano de oro, en el límite entre Oruro y Potosí, un sector en el que durante muchos años la convivencia fue relativamente pacífica, hasta que comenzó a mejorar el negocio de la quinua que despertó ambiciones sectoriales.
No es todo, pues en el registro de los hechos, la pugna de territorio fue también una constante en el avasallamiento que casi de manera general promueven los comunaríos de poblaciones del norte potosino creando incertidumbre entre los pacíficos pobladores de localidades orureñas.
Si bien entre las autoridades del Gobierno se menciona que es un problema de pobladores originarios de la región, el caso por sus connotaciones de abierta violencia ha pasado de un simple tratamiento de mediación entre autoridades departamentales a una necesaria solución legal que sea impuesta desde el poder central, con una definición técnica que asegure los límites en todo el sector y establezca competencia para sancionar a quienes infrinjan la norma.
Claro que esa propuesta resulta también repetitiva en su planteamiento y al mismo tiempo en su incumplimiento. Se han hecho muchos intentos, se han suscrito cantidad de acuerdos de pacificación, directamente anteriores prefectos, estuvieron en la zona, conversaron con las partes, convinieron en algunas soluciones y terminaron con abrazos de amistad, que sólo tuvieron efecto por periodos eventuales, ante las constantes movilizaciones de los campesinos originarios del norte potosino, por lo mismo ya se puede observar que el asunto no va por la vía de proponer una conciliación entre partes, el intento siempre ha sido fallido.
A estos hechos se suma en la actualidad un elemento muy importante y es el que corresponde al comercio de la quinua, cuyo valor se ha elevado de manera sustancial en el último tiempo y ha despertado el lógico interés de producir más para ganar más, pero generando en los productores potosinos una actitud de expansión de sus terrenos de cultivo, avasallamiento a tierras de campesinos orureños, cosechando irregularmente la quinua que no les corresponde y creando un estado de permanente zozobra por la agresividad en sus incursiones, las que recientemente han dejado un saldo de heridos incluyendo entre estos a por lo menos dos policías.
Los pobladores de Rodeo en la jurisdicción de Salinas de Garci Mendoza en Oruro, han reclamado públicamente atención de autoridades de gobierno, en vista de que ni siquiera el Gobernador local ha mostrado interés en solucionar los problemas existentes en la zona, que tienen que ver con límites, pues en tanto no se logre una demarcación oficial y definitiva, la presencia de gran cantidad de pobladores potosinos en terreno ajeno seguirá siendo la causa del prolongado conflicto en la zona fronteriza de Oruro y Potosí
Frente a estos hechos se hace necesaria la presencia de autoridades del Poder Ejecutivo para establecer mínimas condiciones de pacificación en tanto de manera técnica y con equipos del Instituto Geográfico Militar (IGM) y del Ministerio de Autonomías, se definan los límites departamentales y de los municipios en pugna, respetando las leyes y su cumplimiento, disponiendo paralelamente la militarización de la zona y creando un centro de control dependiente de las FF.AA. para cumplir además otros fines de orden social en la conflictiva región. Ésta última propuesta merece solución urgente.
Fuente: LA PATRIA
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