La herencia de Gabo para el “mejor oficio del mundo”
21 abr 2014
Por: Jorge Lazzo Valera
La gran herencia que deja Gabriel José de la Concordia García Márquez, más conocido como Gabriel García Márquez y, entre su familia y sus amigos como el popular Gabito o Gabo, para el “mejor oficio del mundo”, como él definió al periodismo, es una riqueza intelectual inagotable y una fuente de inspiración permanente para beneficio de Hispanoamérica.
El Premio Nobel de Literatura, fue reportero, periodista, escritor, editor, novelista, guionista, cuentista y ensayista, nació en la población colombiana de Aracataca en 1927 y educado por sus abuelos maternos, quienes fueron su fuente de inspiración para sus obras que marcaron época que se constituyen en el mayor legado para la literatura universal, como contribución de un literato y periodista de Colombia.
El realismo mágico de su principal obra, la novela Cien años de Soledad que es considerada como la más representativa de ese género literario, motivo que incluso para destacar esa importancia, la Real Academia de la Lengua Española y sus filiales en el mundo publicarán el 2007 una edición conmemorativa, por ser un clásico hispano de todos los tiempos como definieron los académicos, enfatizando la obra de García Márquez.
Empero hay que destacar la gran contribución de este genio de la literatura universal, quien ha impuesto un nuevo género literario que es el reportaje, al margen de la novela, dándole un pleno reconocimiento a la estructura principal de la noticia periodística y por ende al periodismo que él califico como el mejor oficio del mundo, actividad que ejerció durante años, para luego dedicarse a publicar sus novelas.
Así se logra reconocer el trabajo periodístico, cinematográfico y televisivo de carácter informativo, al igual que el conjunto de fotografías que aparecen en un periódico o revista sobre un suceso, que además tiene como ingrediente principal la actividad del periodista que debe reportear, buscar la noticias y difundirlas desde un medio de comunicación, cumpliendo su rol de transmitir, comunicar, informar y dar noticia.
La contribución de Gabo para la literatura latinoamericana es muy significativa por su temática y el contenido político e histórico que desarrolla en sus novelas, así como la esencia y el contenido mítico por la caracterización de sus personajes que siempre fueron extraídos de la vida real, aplicando la técnica del reportaje, base fundamental para su narrativa literaria y el enfoque del contenido para una lectura universal que demuestra que el periodismo es una lengua especial.
Esa estructura mítica o representación simbólica que marca el hilo narrativo de sus obras, ha permitido conocer en detalle la vida y costumbres de las regiones o zonas geográficas donde describió la trama de sus novelas, las que siempre merecieron especial elogio y fueron destacadas por grandes escritores como Pablo Neruda que comparó la novela Cien años de Soledad de García Márquez, con la mayor contribución de la lengua española, como es “Don Quijote” de Cervantes Saavedra, una joya de la literatura hispana.
Gabriel García Márquez inició su carrera periodística en 1948 en el diario El Universal de Cartagena en Colombia y a la vez escribía una columna “Septimus” para el matutino local El Heraldo de Barranquilla y luego en 1954 prosiguió como reportero y crítico de cine en El Espectador de Bogotá, diario en el que publicó una serie de catorce crónicas sobre el diario “Relato de un náufrago”, novela donde utiliza el género del reportaje periodístico para describir la situación del marinero Luis Alejandro Velasco, único sobreviviente al naufragio de una embarcación de la Armada de Colombia. Reveló la historia oculta que atribuía el naufragio de la nave de la fuerza colombiana a una tormenta, demostrando que se debía al exceso de carga que traían de contrabando los integrantes de la tribulación naval al retornar de un viaje de estudios, siendo luego enviado a Paris para trabajar como corresponsal extranjero de El Espectador. Luego fundó otras publicaciones como Alternativa, que fue un diario de oposición en Colombia.Gabo, como lo conocían a García Márquez, también publicó otras novelas utilizando el género del reportaje, como él denomino a la técnica periodística de la entrevista y la crónica, en sus obras Relato de un secuestro y las últimas, Vivir para contarla, que contiene sus memorias y Memorias de mis putas tristes, que describe la situación de la prostitución infantil donde narra una historia de amor que sigue el romance de un hombre de noventa años y su pubescente concubina, por lo que se prohibió incluso la venta de la publicación.
Otro legado que deja a los periodistas es la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) que tiene como misión fundamental ayudar y apoyar en la formación de jóvenes periodistas, entidad que desde 1994 fue presidida por García Márquez y funciona en Cartagena de Indias en Colombia. Ojalá la rica herencia literaria que deja el Gabo sea la base del estudio para los nuevos periodistas para informar con precisión, honestidad, claridad e integridad, respetando la norma ética y teniendo como referente el nuevo género literario del reportaje para practicar el mejor oficio del mundo que hizo famoso y ejerció con humildad y generosidad Gabriel García Márquez.
(*) Periodista
lapalabraencarnada@bolivia.com
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