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Domingo 20 de abril de 2014

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Revista Dominical

Esther Suárez García una orureña que cumple cien años sonriendo a la vida

20 abr 2014

Fuente: LA PATRIA

Por: Alicia Navía Mier - Periodista

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Cumplir cien años de vida, no es normal en estos tiempos, por esta razón creo que es importante destacar este día tan especial para doña Esther Daniela Suárez García quien festejó a lo grande este cumpleaños junto a sus seres queridos y amigos de mucha estima personal que le acompañaron a celebrar tan hermoso acontecimiento.

Al visitarle en su domicilio pensé encontrar en el lugar a una señora longeva que no me entendería ni las consultas que debía realizarle, pero grande fue mi sorpresa cuando doña Esther, bajó de la planta superior de su domicilio apoyada en su bastón pero muy guapa y sonriente.

Es difícil aceptar que ella cumple cien años pues se la ve radiante perfectamente arreglada y con la sonrisa a flor de labios, ella al inicio de la entrevista lo primero que me comentó es que no escucha muy bien pero siempre sonriendo.

Al verla retrotraigo mis años de niña y mientras se acomoda para conversar, recuerdo esa cara que me es familiar, busco algunas fotos y al consultar el nombre de su esposo, me admiro cómo es el mundo de pequeño y más Oruro, pues la señora Esther estuvo muchas veces en la casa de mis abuelos y es un recuerdo que llevo en la mente de cuando era pequeña.

Le comento que le recuerdo pues le veía en la casa de mis abuelos don Primo Navía y doña Alicia de Navía y ella recuerda con facilidad a estos amigos que tenía y con quienes compartía junto a su esposo cuando eran jóvenes, especialmente cuando festejaban cumpleaños y cuando se reunían los domingos.

Durante la entrevista que pude acceder, doña Esther estuvo acompañada por sus dos hijos Nila y Eduardo quienes velan por su salud y se encuentran pendientes a sus requerimientos.

Doña Esther nació el 10 de abril de 1914, lo cual se encuentra plasmado en su colita de bautizo y su fe de bautizo emitida por el vicario de esa época, párroco Juan Sandoval, documento que es cuidadosamente guardado como un tesoro por sus hijos, documentos que avalan la edad de su progenitora.

A pesar que la centenaria manifiesta su gran orgullo de cumplir tantos años, dice estar cansada puesto que le duelen sus huesitos pero al margen ella demuestra mucha fortaleza, pues nunca quiere estar sentada, ayuda en los quehaceres de la casa como lavar los platos o a limpiar algún mueble, etc., porque no le gusta estar sin hacer nada.

La cumpleañera contó cómo después de perder a su madre biológica muy pequeña fue a vivir con su abuela, a quién considera su madre, puesto que es ella quien le guió para continuar sus estudios y aprender a cocinar, coser y muchas cosas relacionadas con el quehacer de la casa, además a su abuelo con quién aprendió un poco de carpintería realizando hermosos muebles cuando vivía por la Ranchería.

Fue novia de don Modesto Veneros durante la época de la guerra del Chaco, posteriormente se casó y tuvieron cinco hijos, de los cuales actualmente solo quedan dos quienes son los que le acompañan y cumplen todos sus antojos y deseos.

Tuvo cinco hijos, Wilfredo, Nilda, María Luz, Fernando y Eduardo además recuerda con mucho cariño a sus nietas Ximena, Roxana y Verónica a quienes tuvo que criar hasta lograr que sean profesionales, pues al perder las niñas a su madre estuvo ella para guiarlas y lograr que sean personas de bien.

Doña Esthercita como es conocida por sus amistades, nos cuenta que le gustaba cocinar y alimentarse con pescado uno de sus platillos preferidos y comidas que llevaban chuño además de cabeza de cordero.

Actualmente consume bastante miel reemplazando el azúcar, algo que recomienda para consumir líquidos en la mañana, tarde y noche.

Sus hijos cuentan que le encanta tomar Coca-Cola, pero ella con picardía asegura que más rica es una copita de chuflay después del almuerzo los domingos, una costumbre que continúa cuando comparte con su familia, y que nuestros abuelos tenían desde hace muchos años pues otros gustaban de saborear una copita de vino.

Aunque su memoria se encuentra intacta doña Esther manifiesta que hay algunas cosas que se olvida, pues en muchos casos incluso se olvida de los nombres de sus hijos, pero a la vez al mostrarme fotografías familiares recuerda quienes son los que se encuentran junto a ella.

Actualmente doña Esther vive en Cochabamba por prescripción médica puesto que el clima de Oruro no le sienta bien debido a los problemas normales de articulación que tienen las personas de edad.

Es de esta forma como doña Esther narró algunas vivencias que por cien años lleva en su recuerdo y que es motivo de alegría para sus hijos, nietos y bisnietos quienes sienten el orgullo de tener una madre que nunca tuvo problemas con nadie, siempre ayudó a las personas y nunca se enojó, ese quizás sea su secreto para vivir tanto tiempo y ser feliz a pesar de las tristezas que tuvo que pasar.

Fuente: LA PATRIA
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