La fe mueve montañas mineras

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Todo hace ver que la minería está atravesando en nuestro país por un buen momento, puede ser prolongado en la medida que sea requerida la materia prima que nosotros producimos y que sirve para convertirse en insumos imprescindibles para la industria de los grandes países capitalistas.

Lo evidente es que quisiéramos transformar esos nuestros concentrados primarios en materiales requeridos en la industria mundial, el caso del hierro del Mutún transformado en acero o el litio en baterías para energía de los nuevos motorizados sin combustible. El cobre en láminas o alambres y el estaño en lingotes como base de una variedad de productos terminados o como parte de aleaciones para la fabricación de insumos en las ferreterías.

Se requiere fuertes capitales para entrar en la fase de la industrialización de nuestros recursos mineralógicos, pero sobre todo se necesita mucha fe para alcanzar objetivos concretos que hagan posible esos anhelos.

Cuando Oruro empezó a poblarse fueron precisamente los mineros que horadaron las entrañas del rico Pie de Gallo y fue en un socavón de esa montaña del altiplano que apareció la imagen de la Morena Virgen de la Candelaria, conocida por los mineros como la Virgen del Socavón, es la fe que mueve montañas y estas guardan las riquezas que hacen de Oruro el centro minero más importante de Bolivia.

Miles de visitantes quedarán maravillados observando a los centenares de devotos entregados a cumplir su promesa con la Virgen del Socavón. Todos recibirán bendiciones, las que se extenderán en un augurio de paz y amor para nuestros visitantes, bienvenidos a la tierra de los mineros.

Fuente: LA PATRIA