Sábado 12 de abril de 2014
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Editorial y opiniones
El satélite de la Luna
Origen de la fortuna de Bolivia
12 abr 2014
Por: Francesco Zaratti
En la lucha contra el crimen se suele investigar el origen de una fortuna dudosa para ver si el enriquecimiento repentino de una persona tiene explicación legal, como cuando se recibe una herencia, se gana la lotería o se hace un buen negocio.
Intentaré aplicar un análisis similar a Bolivia, un país otrora pobre y necesitado de ayuda humanitaria y de préstamos recurrentes para financiar su desarrollo, pero que desde hace ocho años destaca por sus elevadas reservas internacionales y un crecimiento económico envidiable, aunque también por sus gastos dispendiosos, típicos de un “nuevo rico”.
Ante la pretensión de que se trata única y exclusivamente del trabajo honesto y esforzado del actual Gobierno, no es difícil descubrir que la primera causa del enriquecimiento repentino del país es la “herencia” recibida de sus antecesores. En efecto, más del 80% de los ingresos que recibe Bolivia viene de la venta de gas y minerales, recursos que se extraen de campos y minas que no fueron descubiertos por el actual Gobierno. Es la riqueza hallada, sobre la base de estudios y trabajos que hizo YPFB en los años ’60 y ’70, por las empresas que llegaron al país en el marco de la Capitalización y las leyes neoliberales. De igual manera, el trabajo exploratorio de la minería estatal y privada en el siglo pasado ha generado toda la bonanza extractiva de los últimos años. Además esa herencia ha ido de la mano de una suerte extraordinaria: excelentes precios internacionales, buenos clientes (también parte de la herencia) y elevados volúmenes de venta. La nueva ley de Hidrocarburos 3058 del año 2005, con los mil defectos que tiene, ha asegurado una elevada renta petrolera para el país, a la cual el actual Gobierno sólo ha añadido una participación de YPFB en las utilidades de las empresas contratistas.