Me encontraba impartiendo mis enseñanzas de tango a señoras y señoritas de la sociedad alteña en mi Academia “Carlos Gardel” cuando fui interrumpido por el yatiri Calimán quien separándome de mis discípulas me dijo en la oreja: “Después de tus clases, ven a la asamblea de la Corporación Boliviana de Adobes, que se realizará en el salón principal del Naiclú “Malena”.
Concluí mi clase magistral bailando con una discípula el tango “Carnaval de mi barrio”, cobré mis honorarios que me pagan al contado besé a todas y cada una de mis alumnas puntuales y me dirigí a la asamblea de la Corporación Boliviana de Adobes, una de las últimas empresas estatales creada por el progresista gobierno que se ha propuesto transformar a nuestro país en un Estado Socialista y Katarista.
El salón principal del “Malena” había sido decorado convenientemente y sobre la testera habían sido colocadas las fotografías de nuestro presidente Evo Morales con su vestimenta de Apu Mallcu que lució en Tiahuanacu el mes pasado, la del Canciller David Choquehuanca y los retratos del Túpac Katari y Bartolina Sisa, sorprendiéndome la fotografía del señor Félix Patzi.
Pronunció un discurso “más largo que puteada de tartamudo” —como diría un pensador chumeño— el presidente de la Corporación Boliviana de Adobes nos dio un cifras sorprendentes de la producción de ese noble material de construcción, el más utilizado en muchas regiones de nuestro territorio.
También se refirió a la competencia desleal del ladrillo y de la inminente aparición en Bolivia de una material que producirán nuestros hermanos venezolanos para la construcción de viviendas con bloques fabricados de plásticos y otros materiales. Para anunciarnos que la producción de adobes se incrementará en el país gracias a la inspiración de magistrados de la Justicia Originaria que decidieron sancionar a todos los ebrios del país con la producción de mil adobes por cada borrachera. Este hecho fue saludado con estentóreos gritos de “Jallalla” que significa “larga vida”, no sólo en el mundo aymara sino también en Irán y otros países del mundo musulmán.
Luego, el presidente de la corporación adobera ordenó que nos sirvieran ríos de diferentes bebidas alcohólicas: Whisky, champaña, vodka, ginebra, brandy, pisco y cerveza para que los invitados nos alegráramos celebrando el acontecimiento.
De repente, ingresaron al local agentes encubiertos de la Policía Alteña que nos condujeron a todos ante unos ante unos magistrados del tribunal de Justicia Originaria y Comunitaria quienes nos condenaron a producir en pocas horas mil adobes para redimir nuestra culpa individual. Como éramos unos cincuenta los alegres, la Corporación contará mañana con un excedente de producción de cincuenta mil adobes.
Para justificar mi ausencia en el hogar, envié un mensaje a mi esposa a través de un policía y con el siguiente texto: “Encuéntrome produciendo adobes en la zona altiplánica. Luego de ser adobero volveré a tus brazos y continuaré siendo periodista. Paulino”.
PAULOVICH
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresía Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del día en PDF descargable.
- Fotografías en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.