Dos cuarteles se convertirían en botaderos a cielo abierto
06 abr 2014
Fuente: Cochabamba, 5 (ANF).-
Los comandantes de las unidades militares Tumusla VII de Artillería y la Policía Militar Esteban Arze, permiten que en predios de esos regimientos funcionen los botaderos a cielo abierto de los municipios de Colcapirhua y Quillacollo, poniendo en riesgo la salud de más de 3.000 conscriptos y premilitares.
El asesor legal del Sindicato Agrario Cotapachi, Eduardo Mérida, informó que ambos regimientos acantonados en esa zona, en los hechos, están convertidos en “botaderos militares”, porque a escasas cuadras de sus instalaciones funcionan de manera deficiente los rellenos sanitarios, sin tratamiento alguno, de las alcaldías de Colcapirhua y Quillacollo.
Dijo que el sitio forma parte de la denominada “microcuenca de Cotapachi” que está protegida por una ley nacional y donde se encuentran los dos cuarteles, el Santuario de la Virgen de Urkupiña, las qollcas o silos del inca, la laguna de Cota y la comunidad de Cotapachi donde viven más de 1.000 familias.
Mérida expresó su preocupación por que los dos botaderos improvisados que fueron emplazados en predios militares, son peligrosos focos de contaminación porque no son tratados de acuerdo a normas sanitarias. No se cuenta con mínima tecnología para mitigar los olores y la contaminación ambiental, agregó.
“Ambos basureros están ubicados detrás de las edificaciones de los cuarteles Tumusla y Policía Militar, donde además funcionan un polígono de tiro y un coliseo polifuncional construido por el programa Bolivia Cambia Evo Cumple. Los botaderos están emplazados a unas tres cuadras de ambas unidades donde reciben instrucción militar más de 3.000 jóvenes entre conscriptos y premilitares que están expuestos a contraer enfermedades porque los olores son insoportables y proliferan roedores y otras alimañas”, dijo.
El abogado también reveló que en la misma zona se pretende emplazar la planta de tratamiento de residuos sólidos Ecometropolitana, de cuya empresa el Ejército sería socia, según un convenio firmado entre la Gobernación, el Ministerio de Defensa y las alcaldías de Cercado, Sacaba, Colcapirhua, Quillacollo, Tiquipaya, Vinto y Sipe Sipe.
Este proyecto es rechazado por los vecinos de Colcapirhua y Quillacollo por sus efectos nocivos para la salud, el equilibrio ambiental, la biodiversidad y el Calvario de Urkupiña, cuyo potencial turístico es un recurso estratégico para el futuro de Cochabamba.
INVESTIGACIÓN
Para evitar daños ambientales irreversibles y la extinción de la fauna y flora silvestre de la zona, el abogado Eduardo Mérida solicitó a las autoridades de Gobierno investigar quién o quiénes ordenaron a los comandantes de ambos regimientos militares, autorizar el funcionamiento de los botaderos de Colcapirhua y Quillacollo.
Afirmó que según el convenio interinstitucional, el Ministerio de de Defensa, del que forman parte las dos unidades militares acantonadas en Cotapachi (Quillacollo), formaría parte de la sociedad de la Empresa Ecometropolitana porque el botadero se emplazaría en 74 hectáreas de sus predios.
Fuente: Cochabamba, 5 (ANF).-
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