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Jueves 03 de abril de 2014

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Ecológico Kiswara

Editorial

Después de los desastres naturales

03 abr 2014

Fuente: LA PATRIA

Desastres naturales como un terremoto o un tsunami no son fenómenos que tengan que ver con la intervención de la humanidad, es decir, no se dan por la contaminación o por el calentamiento global del planeta, sino por fallas geológicas y por el movimiento de placas tectónicas.

Sin embargo, cuando la población se enfrenta a ese tipo de fenómenos naturales lo que se debe hacer es pensar en lo que viene después, es decir, tratar de preservar la salud de las personas, ya que al haber semejante movimiento de tierra o agua, los recursos como el agua pueden quedar contaminados.

Asimismo, en ese tipo de eventos puede haber la liberación de gases tóxicos desde la tierra, por lo que las personas que se ven en situación de riesgo deben intentar trasladarse a otros sitios donde tengan asistencia y estén seguras.

Después del terremoto de Chile, 8,2 en la escala de Richter, ocurrido recién, el alcalde de Alto Hospicio protestaba, a través de los medios de información televisivos, porque se había cortado el agua en la comuna a su cargo, pero luego se explicó que se había tomado esa decisión porque el líquido elemental podría haber sufrido contaminación.

Por otra parte, se debe considerar que si bien la mano del hombre no tiene que ver con esos desastres naturales, no obstante debemos pensar en preservar el ambiente en el que vivimos y en lo posible no atentar contra la naturaleza porque puede presentarse otro tipo de fenómenos que sí tienen que ver con los atentados que cometemos contra el medio en el que vivimos, por ejemplo, el uso de aerosoles que dañan la capa de ozono, causando indirectamente el efecto invernadero, el calentamiento global del planeta y que los rayos del sol que penetran hacia la Tierra sean sumamente nocivos.

Asimismo, se puede decir que las consecuencias que podemos desatar con una mala acción contra la naturaleza se desencadenan provocando daños como el derretimiento de los glaciares, la evaporación de agua en zonas donde existen humedales, que disminuya el caudal de agua potable o aumente la masa marítima, convirtiendo los primeros fenómenos antes mencionados, como los tsunamis, en desastres aún más peligrosos.

Es importante que mientras se pueda intentemos preservar nuestro gran hábitat, que es la Tierra, para evitar en lo posible desastres que pueden ser previsibles.

Fuente: LA PATRIA
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