Miercoles 02 de abril de 2014
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Editorial y opiniones
País necesitado de virtud, no populismo y corrupción
02 abr 2014
Por: Armando Mariaca V.
Vivimos tiempos en que las expectativas por lo que viene son muchas, especialmente en el campo político y el económico. Hay preparativos en las tiendas partidistas para intervenir en los comicios de octubre y cada facción tiene la certeza de que ganará mucho y, llegue al Ejecutivo o al Legislativo, igual tendrá los poderes que dispensan ambos poderes del Estado; sin embargo…
La preocupación mayor que existe en la colectividad es saber si será posible superar todas las situaciones difíciles por las que pasó la patria en 189 años de vida republicana que cumpliremos en agosto próximo; en otras palabras, el pueblo se pregunta: ¿Convendrán las fuerzas políticas en pugna por las elecciones, lo que deberán hacer? ¿Convendrán en la urgencia de cambiar en bien del país? ¿Entenderán que los pueblos se manejan mejor con virtudes que con la práctica de la demagogia y el populismo que son cimientos de la corrupción?
Pretender cambios radicales es utópico; pero, algo tendrán que hacer los políticos para cambiar “la cara de la política partidista”; es decir, evitar los yerros de un pasado muy sombrío, un pasado en que más hubo sombras que luces; pasado que ha decepcionado a muchas generaciones; un conjunto muy grande de décadas en que hubo promesas frustradas y un presente que, como va, no augura muchas esperanzas porque faltan condiciones para un ejercicio sano de cualquier política.
