Parece que de un tiempo (corto) a esta parte, se toma conciencia real de la solución que se puede dar a diferentes necesidades de la población en el desarrollo de la ciudad, si se definen acuerdos y participación conjunta de las autoridades locales, Gobernación y Municipalidad.
Lo importante es saber que en esa dirección se están impulsando algunos proyectos urbanos que tienen inversión directa de la Gobernación y otros que tendrán cuota parte de la Alcaldía y en su caso ambos recibirán también un soporte del Gobierno central.
Cuando hay decisiones de trabajo mancomunado y acuerdos para compartir responsabilidades entre autoridades, el beneficiario directo es “el soberano” que tiene muchas necesidades y que observa con beneplácito le realización de obras que irán solucionando paulatinamente sus problemas, los de saneamiento básico, salud, urbanismo y vivienda, seguridad vecinal y otros de orden social que deberían encararse entre partes, considerando que todos los casos, los recursos que se utilizan son del pueblo y depende sólo de cómo se los canaliza para que su beneficio sea comunitario y generalizado.
En la Gobernación se adelanta que en el cuarto mes del año, se iniciará la construcción del viaducto Oruro – Vinto que se localiza frente al Aeropuerto “Juan Mendoza” y que permitirá una extensión de la franja de aterrizaje, pero sin interrumpir la circulación del intenso flujo vehicular en la doble vía.
El anuncio señala que la obra ha sido adjudicada a la empresa Convisa, con la modalidad “llave en mano” a un costo de 58 millones de bolivianos de los cuales ya se le entregó 11, en calidad de anticipo y la “orden de proceder”, lo que significa que los trabajos propiamente dichos deben comenzar en los próximos días.
Es importante que los técnicos que tendrán a su cargo la obra tomen algunos recaudos para facilitar la circulación de vehículos y personas sin que sufran contratiempos o perjuicios, pues si bien es cierto que “hay que hacer sacrificios cuando se trata de obras de desarrollo”, lo importante es que estos no sean extremos, pues la seguridad y comodidad de los vecinos es un derecho que no puede vulnerarse y por lo mismo todo dependerá de las previsiones técnicas que se adopten en ese proyecto.
Entre otras obras, se consigna la construcción de dos “pasos a desnivel” en intersecciones de dos avenidas, con un costo de 45 millones de bolivianos. Se dispondrá además de otros 20 millones para el proyecto del teleférico turístico que recibirá un aporte del Municipio y se espera una ayuda gubernamental.
Los planes que consigna la Gobernación incluyen además presupuestos para mejorar los servicios de salud, tomando en cuenta que los hospitales públicos y el único de tercer nivel que tenemos pasan a la administración del gobierno departamental y necesariamente deben mejorar sus servicios. Hay otros planes que favorecerán al deporte, más canchas con pasto sintético, mejor iluminación en el Estadio “Jesús Bermúdez” y otros programas de seguridad ciudadana.
Todo muy interesante, pero en el marco de las necesidades que tiene la población, sus organismos vecinales, demandan desarrollar, dos proyectos considerados de extrema prioridad, de ineludible responsabilidad de nuestras autoridades que ya han intercambiado algunas ideas para encarar la construcción del Mercado Central y el embovedado del río Tagarete, estas dos últimas opciones merecen la misma decisión compartida de Gobernación, Municipalidad y un soporte gubernamental.
Fuente: LA PATRIA
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