¡Terroristas verdaderos piden reparación de daños!

Noticia: Doce exguerrilleros del EGTK enjuician al Estado boliviano (El Deber 02-03-14).- Los exmiembros del Ejército Guerrillero Túpac Katari (EGTK) esperan la resolución del juicio que tienen instaurado contra el Estado boliviano ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que está en fase de "acuerdo de solución amistosa", según el reporte de la Procuraduría General del Estado.

Comentario: Esta es una noticia verdaderamente sorprendente, que poca cobertura ha tenido en Bolivia. La censura económica, la autocensura (Página Siete 23-03-14) y la gran mayoría de los medios de comunicación en poder del gobierno (Los Tiempos 26-10-13), le han puesto paños fríos.

El grupo "Operó en el país entre 1984 y 1992, cuando sus principales dirigentes, Felipe Quispe Huanca, Álvaro García Linera y Raquel Gutiérrez, entre otros, fueron capturados por los organismos de inteligencia del Estado" (fmbolivia.com.bo 15-06-10). Sus miembros fueron posteriormente excarcelados por retardación de justicia.

"Álvaro García afirma que hicieron más de 2.200 acciones armadas pero la Policía únicamente reconoce 48, los acusaron de 55 actos de sabotaje (.) Las acciones más difundidas por la prensa fueron voladuras de torres de alta tensión, de oleoductos, gasoductos, represas que causaban gran impacto en la opinión pública y en la economía nacional" (pacarinadelsur.com abril-junio, 2012).

El robo a la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) fue su golpe más emblemático. Robarle a la educación de un pueblo pobre es mucha villanía. "El 4 de octubre de 1991, un grupo de hombres armados asaltó a los empleados de la UMSS cuando se disponían a descargar los maletines de dinero recién retirado del banco. El robo fue de 441.719 dólares" (bolivia.com 6-12-05).

Qué trágico es constatar que la gran mayoría de estos terroristas son parte del gobierno del Presidente Morales: "De los 12 exmiembros del EGTK, que en marzo de 2001 presentaron la demanda contra Bolivia, ocho tienen funciones en el actual Gobierno distribuidos en tres entidades. Víctor Ortiz Quispe trabaja en la Vicepresidencia, lo mismo que Alejandro Choque; a estos dos exmilitantes se debe sumar al vicepresidente Álvaro García Linera y a su hermano, Raúl García Linera, que, según el propio segundo mandatario, es su "colaborador personal".

Luego están Silverio Maidana Macías, Macario Tola Cárdenas y Mario Apaza Bautista, que figuran en las nóminas del Ministerio de Gobierno con declaraciones juradas actualizadas en 2013. Finalmente se encuentra Juan Carlos Pinto, que se desempeña como director del Sistema Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde), instancia que depende del Tribunal Supremo Electoral (TSE), funcionario que la oposición vinculó con el Gobierno" (El Deber 02-03-14). La gran mayoría de ellos trabajan en las áreas represivas del Estado. ¡Los terroristas, siguen en lo suyo!

Y para que su felicidad sea completa, la melea esta buena para a los EGTK ligados al Gobierno, les está yendo muy bien económicamente, según las declaraciones del ex zar anticorrupción Fabricio Ormachea ante la justicia de Miami (eju.tv 1 y eju.tv 2).

¿Será que estas personas tienen la calidad moral para gobernar un país? ¿Será que pueden actuar como demócratas, después de haber tomado armas contra la democracia? ¿Será que podemos confiar en gente que le robó plata a la educación del pueblo? ¿Será que su estilo agresivo y autoritario de gobernar, obedece a su mentalidad terrorista? ¿La quema de la Prefectura de Cochabamba el 2007, la Calancha 2007, el golpe a Pando 2008, el Cerco a Santa Cruz del 2008, el montaje Rózsa- Sosa 2009 y Chaparina 2011, son parte del chip EGTK?

Bolivia ha sido yeta con su clase política, lo he repetido innúmeras veces, pero estos terroristas en el Gobierno es mucha desventura.

Un apunte final, me preocupa el "acuerdo de solución amistoso" en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Los EGTK están de los dos lados, del lado de los demandantes y del lado de los demandados, segurísimo que les irá bien. Nunca más veremos los casi 450.000 dólares que le pelaron a la universidad de San Simón, es la sinvergüenzura total.