Lo bueno de lo artificial

Por lo general se comenta que todo lo artificial es malo, pues cuando se trata de alimentos muchas veces lo es, pues los químicos que se les incluyen pueden dañar la salud de los humanos, pero todo depende de las circunstancias para que esa afirmación sea totalmente cierta.

Cuando se trata de fibras en la vestimenta que usamos, las naturales se supone que son mejores, pues no ocasionan alergias ni molestias, además que suelen ser más durables.

Sin embargo, si tenemos que rescatar algo bueno de los objetos artificiales, que en el fondo no lo son tanto, serían las flores, pues como ornamento son más durables, no se marchitan, por lo que tampoco despiden gases de ningún tipo, ni olores que pueden resultar desagradables.

Por otra parte, para fabricar las flores artificiales, en especial las que se hacen a partir de hojas, ramas y cáscaras secas no necesitan de ningún químico, tampoco se depreda el medio ambiente, por lo que se puede afirmar que son amigas del ambiente natural.

Sin embargo, no nos referimos a cualquier objeto artificial sino a los que se producen a partir de cosas naturales o recicladas, que casi siempre se trata de artesanías, pues son hechos a mano, sin usar ningún tipo de combustible, que no sea la fuerza humana y tampoco se utilizará otra energía que no sea la voluntad de las personas y su creatividad.

Por otra parte, se trata de reutilizar las cosas que se supone que ya no sirven, pues si no son útiles para algo, lo serán para otra cosa, pues los objetos realizados de esta manera ayudarán a adornar domicilios, empresas y otros lugares sin polucionar para nada el ambiente.

Finalmente, se puede decir que esos objetos son sustentables, durables a largo plazo y tienen una belleza muy pintoresca.

Fuente: LA PATRIA