La masacre de San Juan un hecho que marcó la vida de las familias mineras

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La masacre de San Juan, fue un hecho que lamentó toda la ciudadanía debido a la cruenta intervención de militares al distrito minero de Siglo XX entre el 23 y 24 de junio de 1967. Un hecho que marcó la vida de familias mineras que fueron sorprendidas en el festejo de la festividad de San Juan.

Este hecho también fue parte de las páginas del Matutino LA PATRIA que al conocer la información destacó a periodistas y fotógrafo hasta la población minera, donde se conoció que en la noche del 23 y madrugada del 24 de junio aproximadamente 27 mineros murieron tras ser atacados por ráfagas de fuego disparadas por los uniformados, luego que los trabajadores se habían osado a reunirse para analizar el incremento salarial y debatir su postura, relacionada con la guerrilla.

Este lamentable hecho se suscitó por decisión del entonces presidente de Bolivia, René Barrientos y sus ministros, quienes justificaron su decisión manifestando que no permitirían la constitución de una guerrilla debido a que Ernesto “Che” Guevara llegó a La Paz el 4 de noviembre de 1966 para organizar un foco guerrillero de irradiación continental, sin embargó este personaje no tuvo el apoyo del partido comunista boliviano, ni logró reclutar campesinos en su campaña.

En ampliado al que asistieron sectores labores y estudiantiles, se decidió apoyar las guerrillas con medicinas, alimentos y declarar a las minas como territorios libres.

En las páginas de LA PATRIA se informó que en el distrito minero de Siglo XX se produjeron “enfrentamientos de grandes proporciones”, provocando muchos heridos que no tuvieron la oportunidad de trasladarse o llegar al hospital, algunos obreros simplemente desaparecieron, motivo por el que no se pudo establecer cifras exactas de la masacre.

LA PATRIA detalló entonces: “A las 4:55 de ayer, las poblaciones mineras de esta zona amanecieron con intensos disparos de fusiles, ametralladoras y explosiones de dinamita, cuando las fuerzas del Ejército y la Policía ocupaban los campamentos mineros en sangrienta acción”. Inicialmente se hablaba de 20 muertos y 72 heridos, cantidad que no fue oficializada debido al número de desaparecidos.

Este hecho marcó la vida de las familias mineras que hasta la actualidad, ahora que son adultos, recuerdan con mucho dolor.

Una de las personas que tuvo la oportunidad de ver la tragedia para contarla después de muchos años es el escritor Víctor Montoya, quien narró que esa noche trágica empezó cuando las familias mineras retornaban a sus domicilios después de festejar San Juan en medio de fogatas, momentos en los que compartieron cantos, bailes y bebidas que eran muy tradicionales como son los conocidos ponches que eran una mezcla de leche y alcohol o en el mejor de los casos singani.

Ese día no faltó el acullico de coca, acompañados de cigarro, la detonación de cachorros de dinamita y cohetillos, lo que aprovecharon los efectivos de Regimiento Rangers y Camacho, que horas antes habían tendido un cerco al amparo de la noche, a las poblaciones de Llallagua y Siglo XX.

Tras la emboscada abrieron fuego desde todos los ángulos, dejando el saldo de una veintena de muertos y setenta heridos, aunque según se publicó en el periódico LA PATRIA, fueron más las personas que quedaron heridas, muchos dirigentes sindicales fueron detenidos como Domitila Chungara y otros torturados ante la posibilidad de aceptar una acuerdo con la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara que llegó a Bolivia para reclutar adeptos.

Fuente: LA PATRIA